Salmo 56:11 en Español: «En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, es un honor y un privilegio estar aquí hoy para compartir con ustedes la inspiración y el poder de la Palabra de Dios. En medio de los desafíos y las dificultades que enfrentamos en la vida, es crucial recordar las promesas y la fidelidad de nuestro amado Padre celestial. En el Salmo 56:11, encontramos una declaración profunda y reconfortante que nos insta a confiar plenamente en Dios y a no temer a los hombres.
En este hermoso pasaje, el salmista nos recuerda la importancia de depositar nuestra confianza en Dios y no en las circunstancias o en las personas que nos rodean. A menudo, nos encontramos en situaciones en las que nos sentimos amenazados, vulnerables o inseguros. Podemos enfrentar críticas, persecuciones, traiciones o incluso peligro físico. Sin embargo, el salmista nos anima a no temer, porque cuando confiamos en Dios, Él está con nosotros y nos protege.
Imagínense la paz y la tranquilidad que experimentaremos cuando sepamos que tenemos a un Dios todopoderoso y amoroso de nuestro lado. No importa cuán grande sea el problema o cuán poderoso sea el enemigo, nuestra confianza en Dios nos dará la fuerza para enfrentarlo con valentía y esperanza. No hay nada que el hombre pueda hacer para dañarnos cuando estamos bajo la protección divina.
La vida nos presenta desafíos constantes, y puede ser tentador confiar en nuestras propias habilidades o en la ayuda de otros seres humanos. Pero la verdad es que nuestra confianza solo debe ser depositada en Dios. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro defensor. Cuando nuestras esperanzas y sueños se desmoronan, cuando nos sentimos abrumados por el temor o la ansiedad, podemos encontrar consuelo y seguridad en la presencia de nuestro Amado.
Queridos hermanos y hermanas, recuerden siempre que Dios está a nuestro lado en cada paso del camino. Él nos conoce íntimamente y cuida de nosotros con un amor inagotable. No importa cuántas veces hayamos sido heridos o desilusionados por los demás, Dios nunca nos abandonará. Él es fiel y digno de confianza, y podemos descansar en la certeza de que Él tiene el control de nuestras vidas.
Cuando enfrentemos momentos de miedo o incertidumbre, recordemos el Salmo 56:11: «En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?» Estas palabras deben resonar en nuestros corazones y convertirse en nuestra respuesta ante cualquier situación desafiante. No importa cuán amenazador o imposible pueda parecer, Dios tiene el poder de cambiar cualquier circunstancia y obrar milagros en nuestras vidas.
Nuestro Padre celestial nos llama a confiar en Él y a no temer. Él nos anima a dejar de lado la ansiedad y a poner nuestra fe en Su poder y en Su amor eterno. Cuando confiamos en Dios, encontramos paz en medio de la tormenta, fortaleza en nuestras debilidades y esperanza en medio de la desesperanza.
Así que, queridos hermanos y hermanas, encomendémonos al Señor en todo momento. No importa lo que estemos enfrentando, recordemos que Dios es nuestro refugio seguro y nuestra roca firme. Que nuestras vidas estén arraigadas en la confianza en Dios, sabiendo que Él tiene el control absoluto y que nunca nos abandonará.
En resumen, el Salmo 56:11 nos recuerda la importancia de confiar plenamente en Dios y no temer a los hombres. Cuando depositamos nuestra confianza en Él, encontramos paz, seguridad y fortaleza para enfrentar cualquier desafío que se presente. Que estas palabras de inspiración y aliento toquen nuestros corazones y nos motiven a vivir vidas llenas de fe y confianza en nuestro amado Padre celestial.
En Dios hemos confiado; no temeremos; ¿qué puede hacer el hombre? En Dios hemos confiado; no temeremos; ¿qué puede hacer el hombre? En Dios hemos confiado; no temeremos; ¿qué puede hacer el hombre? Amén.
(Salmo 56:11, Reina Valera)