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En Salmos 37:24, Dios sostiene tus pasos


Salmos 37:24 – “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Es un honor y una bendición estar aquí hoy compartiendo la palabra de Dios y reflexionando sobre el poderoso mensaje que nos transmite el Salmo 37:24. Este versículo nos recuerda que, aunque enfrentemos caídas en nuestra vida, no quedaremos postrados, porque nuestro amado Padre celestial sostiene nuestra mano.

La vida está llena de altibajos, y a menudo nos encontramos en situaciones difíciles y desafiantes. En momentos como estos, es fácil sentirnos abrumados y desesperanzados. Sin embargo, la promesa divina de Salmos 37:24 nos infunde ánimo y nos recuerda que no estamos solos en nuestras luchas.

Imaginen a un niño caminando de la mano de su padre. A medida que avanzan por el camino, el niño puede tropezar y caer. Sin embargo, el padre amoroso estará allí para levantar al niño y asegurarse de que siga adelante. De la misma manera, nuestro Padre celestial está siempre a nuestro lado, listo para levantarnos cuando caemos y darnos la fuerza para continuar.

Algunas veces, nuestras caídas pueden ser el resultado de nuestras propias decisiones y acciones. Tal vez hemos cometido errores o hemos tomado caminos equivocados en nuestra vida. Pero incluso en medio de nuestras consecuencias, Dios sigue sosteniendo nuestra mano. Él no nos abandona ni nos deja en la oscuridad. En lugar de eso, nos ofrece su amor y gracia infinitos, recordándonos que siempre hay esperanza en Él.

En otras ocasiones, nuestras caídas pueden venir como resultado de circunstancias fuera de nuestro control. Podemos enfrentar pérdidas, enfermedades, traiciones o desafíos inesperados que nos desestabilizan emocional y espiritualmente. Sin embargo, incluso en medio de estos momentos difíciles, Dios nos sostiene y nos fortalece. Él es nuestra roca y nuestro refugio en tiempos de tormenta, y su amor nunca nos fallará.

Quiero animarlos hoy, queridos hermanos y hermanas, a confiar en el poder y la fidelidad de nuestro Dios. Incluso cuando enfrentamos caídas en nuestra vida, podemos tener la certeza de que no quedaremos postrados. No importa cuán grande sea la adversidad que enfrentamos, Dios está trabajando en nuestro favor. Él tiene un plan para nuestras vidas y nos guiará a través de cada paso del camino.

Así que, en medio de tus pruebas y tribulaciones, no te desesperes. En lugar de eso, busca refugio en los brazos amorosos de nuestro Padre celestial. Confía en que Él te levantará cuando caigas y te llevará hacia adelante en victoria. No permitas que tus caídas te definan, sino que permítelas ser oportunidades para crecer, aprender y depender más de Dios.

Recuerda siempre las palabras de Salmos 37:24: “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano”. No importa cuán oscuro sea el valle en el que te encuentras, Dios está contigo. Él te sostendrá y te dará la fuerza para seguir adelante. Confía en su amor y su fidelidad, y nunca te rindas.

En conclusión, queridos hermanos y hermanas, que el mensaje de Salmos 37:24 sea un recordatorio constante en nuestras vidas. No importa cuántas veces caigamos, no quedaremos postrados, porque nuestro Dios es fiel y nos sostiene con su mano poderosa. Que esta promesa divina nos inspire a perseverar, a confiar en el Señor y a caminar en victoria. ¡Amén!

Salmos 37:24 – “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.”