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En Salmos 56:3-4, encuentro refugio: No temeré. ¡Dios está conmigo!


Salmos 56:3-4 (RVR 1960):
“En el día que temo, Yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Salmos 56:3-4 (RVR 1960):
“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios pongo mi confianza y no temo. ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Salmos 56:3-4 (RVR 1960):
“En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

¡Bendiciones a todos los lectores y amados hermanos en Cristo!

Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje de la Biblia que nos brinda consuelo, esperanza y fortaleza en medio de nuestros temores y preocupaciones. En el libro de Salmos, capítulo 56, versículos 3 y 4, encontramos estas palabras inspiradoras:

“En el día que temo, Yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Cuando enfrentamos situaciones difíciles, es natural sentir miedo, ansiedad o preocupación. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda que, en lugar de dejar que el miedo nos paralice, debemos depositar nuestra confianza en Él. Es en esos momentos de temor cuando debemos recordar que nuestro Dios es más grande que cualquier circunstancia y que Él está siempre a nuestro lado.

El salmista nos insta a poner nuestra confianza en Dios y a alabar Su palabra. La confianza en Dios nos da la seguridad de saber que no estamos solos, que Él nos cuida y nos protege. Cuando alabamos Su palabra, estamos recordando Su fidelidad y poder, y nos fortalecemos en nuestra fe.

La segunda parte del versículo 4 nos dice que no debemos temer a los hombres. A menudo, el miedo que sentimos proviene de las acciones o intenciones de otras personas. Pero cuando confiamos en Dios, nos damos cuenta de que Él tiene el control y que nada puede suceder sin Su permiso. No importa lo que los hombres puedan hacer, Dios es nuestro refugio y fortaleza.

Cuando enfrentamos momentos de temor, es importante recordar que somos amados y cuidados por un Dios poderoso. No estamos solos en nuestras luchas y dificultades. Podemos encontrar paz y seguridad al poner nuestra confianza en Él. Él nos sostendrá y nos llevará a través de cualquier situación que enfrentemos.

En momentos de miedo y ansiedad, podemos orar y meditar en Salmos 56:3-4. Podemos declarar en fe que confiamos en Dios, que alabamos Su palabra y que no tememos a los hombres. Al hacerlo, estaremos afirmando nuestra confianza en Él y recordando que Su poder es más grande que cualquier miedo que podamos tener.

Mis amados hermanos, no importa cuáles sean las circunstancias que enfrentemos, recordemos siempre que Dios está con nosotros. Él es nuestro refugio y fortaleza en tiempos de temor. Coloquemos nuestra confianza en Él y alabemos Su palabra. No temamos a los hombres, porque en Dios encontramos seguridad y paz.

Recuerden siempre estas palabras poderosas: “En el día que temo, Yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y mentes en Cristo Jesús. Amén.

Salmos 56:3-4 (RVR 1960):
“En el día que temo, Yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”