Dios es mi refugio y mi fortaleza, en él confiaré. Salmo 57:7
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa encontrada en el Salmo 57:7. Este versículo nos habla de la confianza que debemos depositar en nuestro amado Padre celestial. En momentos de dificultad, incertidumbre y temor, podemos encontrar consuelo y fortaleza en Dios.
El Salmo 57:7 comienza con las palabras “Dios es mi refugio y mi fortaleza”. Estas palabras resuenan con una promesa reconfortante. Imaginen tener un refugio seguro donde pueden encontrar protección y consuelo en medio de las tormentas de la vida. Eso es exactamente lo que Dios nos ofrece. Él es nuestro refugio, nuestro lugar seguro donde podemos encontrar paz y seguridad.
Cuando enfrentamos desafíos en nuestra vida, ya sea una enfermedad, una crisis financiera o problemas en nuestras relaciones, es fácil sentirnos abrumados y sin esperanza. Pero el Salmo 57:7 nos recuerda que podemos confiar en Dios. Él es nuestra fortaleza, nuestra fuente de poder y resistencia. No importa cuán grande sea la tormenta, Dios está con nosotros y nos dará la fuerza para superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino.
Es importante destacar que el Salmo 57:7 no dice “confiaré en mis propias habilidades” o “confiaré en mis amigos o familia”. No, el versículo nos enseña a confiar en Dios. Él es el único en quien podemos confiar plenamente. Él es fiel y nunca nos abandonará. Incluso cuando todos nos den la espalda, Dios estará a nuestro lado, sosteniéndonos y guiándonos por el camino correcto.
La segunda parte del Salmo 57:7 nos anima a confiar en Dios, incluso en medio de las dificultades. Dice: “En él confiaré”. Esta es una declaración de fe y confianza absoluta en nuestro Padre celestial. Aunque las circunstancias puedan ser desalentadoras, podemos confiar en que Dios tiene un plan y un propósito para nuestras vidas. Él no nos abandonará ni nos dejará solos. Él es nuestro refugio y fortaleza en todo momento.
Queridos hermanos y hermanas, les invito a reflexionar sobre el Salmo 57:7 y a aferrarse a su promesa. En medio de cualquier tormenta que enfrenten, recuerden que Dios es su refugio y fortaleza. Él está siempre presente, listo para extender su amor y cuidado sobre ustedes. No importa cuán grandes sean los obstáculos que enfrenten, confíen en que Dios les dará la fuerza para superarlos.
En momentos de miedo y ansiedad, recuerden que Dios es su refugio. No busquen consuelo en cosas pasajeras o en las soluciones del mundo, sino en la presencia de Dios. Él es el único que puede calmar sus temores y llenarles de paz. Depositen su confianza en Él y permitan que su fortaleza les sostenga.
Hermanos y hermanas, los animo a llevar consigo la promesa del Salmo 57:7 en sus corazones. Repitan estas palabras en momentos de dificultad y permitan que Dios les recuerde su amor y fidelidad. Confíen en que Él es su refugio y fortaleza, y descansen en su presencia.
Que el Salmo 57:7 sea una luz en su camino, recordándoles que Dios es su refugio y fortaleza. Confíen en Él y permitan que su amor les guíe en todo momento. Amen.
Salmo 57:7 – Dios es mi refugio y mi fortaleza, en él confiaré.
Salmo 57:7 – Dios es mi refugio y mi fortaleza, en él confiaré.
Salmo 57:7 – Dios es mi refugio y mi fortaleza, en él confiaré.