Conéctate Con Dios

En tus ojos, encuéntrame: Salmos 17:8-9


Salmos 17:8-9 (RVR 1960) nos dice: “Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que me rodean.” Estas poderosas palabras nos recuerdan el amor y la protección que Dios nos brinda en todo momento. En medio de las dificultades y los desafíos de la vida, podemos encontrar consuelo y fortaleza en la certeza de que somos amados y cuidados por nuestro Padre celestial.

En primer lugar, el Salmo nos habla de ser guardados “como a la niña de tus ojos”. Esta expresión muestra el amor y la preocupación de Dios por nosotros. Él nos considera extremadamente valiosos, como una niña a quien cuida con esmero. Como creyentes, podemos confiar en que Dios siempre está atento a nuestras necesidades y dispuesto a protegernos de todo mal.

El siguiente verso nos invita a escondernos “bajo la sombra de tus alas”. Esta imagen evoca la imagen de un ave que protege a sus polluelos debajo de sus alas. Del mismo modo, Dios nos ofrece refugio y resguardo en medio de las tormentas de la vida. Su presencia nos envuelve y nos da seguridad. Cuando enfrentamos situaciones difíciles, podemos encontrar consuelo en la cercanía de nuestro Padre celestial, sabiendo que Él está con nosotros y nos guarda de todo peligro.

El Salmo continúa hablando de la “vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que me rodean”. Esta declaración reconoce que en este mundo podemos enfrentar oposición y ataques por parte de aquellos que no comparten nuestra fe o que buscan hacernos daño. Sin embargo, el Salmo nos asegura que Dios está consciente de nuestra situación y está dispuesto a intervenir en nuestro favor. Él es nuestro defensor y protector en tiempos de adversidad.

Cuando reflexionamos en estas palabras inspiradoras, nos damos cuenta de la importancia de confiar en Dios en todo momento. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, debemos recordar que somos amados y cuidados por nuestro Padre celestial. Él nos guarda como a la niña de sus ojos y nos ofrece refugio bajo la sombra de sus alas.

En la vida diaria, podemos enfrentar desafíos, luchas y oposición, pero no estamos solos. Dios está a nuestro lado, dispuesto a protegernos y defendernos. Si confiamos en Él y buscamos refugio en su presencia, encontraremos paz y fortaleza para enfrentar cualquier situación.

En conclusión, Salmos 17:8-9 nos recuerda que somos amados y cuidados por nuestro Padre celestial. Él nos guarda como a la niña de sus ojos y nos ofrece refugio bajo la sombra de sus alas. En medio de las dificultades y los ataques de nuestros enemigos, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos protegerá. Que estas palabras nos inspiren a confiar en el amor y la protección de Dios en todo momento.

Salmos 17:8-9 (RVR 1960)
“Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que me rodean.”

Que estas palabras sean un recordatorio constante de la fidelidad y el amor de Dios hacia nosotros. En medio de las dificultades, busquemos refugio en su presencia y confiemos en que Él nos guarda y protege como a la niña de sus ojos. En su cuidado encontraremos paz, fortaleza y consuelo.