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Encuentra la sabiduría eterna: Proverbios 2:1-6


Proverbios 2:1-6 (RV 1960):
«Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes la maravillosa sabiduría que encontramos en los versículos de Proverbios 2:1-6. Estas palabras nos exhortan a recibir los mandamientos del Señor y a guardar su sabiduría en lo más profundo de nuestro ser.

El pasaje comienza llamándonos «hijos míos», lo cual nos revela el amor y la ternura con la que Dios se dirige a nosotros. Él nos invita a prestar atención a sus palabras y a guardar sus mandamientos en nuestro corazón. Esta es una invitación personal de nuestro Padre celestial, quien desea guiarnos y protegernos en cada paso que damos.

El versículo 2 nos insta a estar atentos a la sabiduría. Esto significa que debemos abrir nuestros oídos y nuestros corazones para recibir la enseñanza del Señor. No podemos permitir que la distracción o el ruido del mundo nos impidan escuchar la voz suave y amorosa de nuestro Dios. Necesitamos estar dispuestos a apartar tiempo para buscar su sabiduría y permitir que ella moldee nuestras vidas.

En el versículo 3, se nos anima a clamar por inteligencia y a darle a la prudencia nuestra voz. Esto implica que debemos buscar activamente el discernimiento y la sabiduría divina. No debemos conformarnos con nuestra propia comprensión limitada, sino que debemos pedirle al Espíritu Santo que nos revele la verdad y nos guíe en cada decisión que tomamos. La prudencia nos ayuda a actuar con sabiduría y a evitar los caminos del mal.

El versículo 4 nos enseña a buscar la sabiduría como si buscáramos plata o tesoros. Esto implica una búsqueda diligente y apasionada por el conocimiento de Dios. Así como alguien que busca un tesoro lo hace con determinación y perseverancia, así debemos buscar la sabiduría y el conocimiento de nuestro Creador. Debemos estar dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en estudiar su Palabra y en buscar una relación más profunda con Él.

La promesa en los versículos 5 y 6 es verdaderamente gloriosa. Si nos entregamos a buscar la sabiduría de Dios de todo corazón, si nos esforzamos por conocerlo más y vivir de acuerdo a sus mandamientos, entonces entenderemos el temor de Jehová y hallaremos el conocimiento de Dios. El temor de Jehová no es un temor paralizante, sino un temor reverente y respetuoso que nos lleva a vivir en obediencia y adoración. El conocimiento de Dios es un tesoro inimaginable que transforma nuestra vida y nos permite experimentar su amor y su gracia de manera más profunda.

Queridos hermanos y hermanas, que estas palabras de Proverbios 2:1-6 resuenen en nuestros corazones y nos inspiren a buscar la sabiduría de Dios con pasión y determinación. Que no nos conformemos con la sabiduría del mundo, sino que busquemos la sabiduría que proviene del Padre celestial. Que nuestras vidas sean guiadas por su Palabra y por su Espíritu, y que podamos experimentar el temor de Jehová y el conocimiento de Dios en todo lo que hacemos.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre la invitación de Dios en Proverbios 2:1-6: «Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti…» Que estas palabras estén grabadas en nuestro corazón y nos impulsen a buscar la sabiduría y el conocimiento de nuestro amado Señor. Amén.

Proverbios 2:1-6 (RV 1960):
«Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.»