Salmo 91.4: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.» Estas hermosas palabras del Salmo 91 nos llenan de esperanza y nos recuerdan la protección y el cuidado que Dios tiene para con nosotros. En tiempos de adversidad y peligro, es reconfortante saber que podemos refugiarnos bajo las alas del Altísimo y encontrar seguridad en Su presencia.
La imagen de Dios cubriéndonos con sus plumas es poderosa y evocadora. Las plumas de un ave son su protección natural contra el frío, la lluvia y los depredadores. Del mismo modo, Dios nos envuelve con su amor y poder, ofreciéndonos refugio y seguridad en medio de las tormentas de la vida. Su presencia es nuestro abrigo, nuestro escudo y nuestra fortaleza.
En este mundo incierto y lleno de peligros, es fácil sentir miedo y ansiedad. Sin embargo, el Salmo 91 nos recuerda que no estamos solos. Tenemos a un Dios amoroso y todopoderoso que está dispuesto a protegernos y cuidarnos en todo momento. Él es nuestro escudo y adarga, es decir, nuestra protección y defensa.
La verdad de Dios es un arma poderosa contra las mentiras y engaños del enemigo. En un mundo lleno de falsedades y medias verdades, podemos confiar en la verdad de Dios como un escudo impenetrable. Su Palabra es nuestra guía y nuestro faro en medio de la oscuridad. Nos revela su carácter, sus promesas y su amor incondicional por nosotros.
Cuando enfrentamos dificultades y desafíos en nuestra vida, podemos aferrarnos a la promesa de Salmo 91.4. No importa cuán grandes sean las tormentas que nos rodean, podemos encontrar refugio bajo las alas de Dios. Él nos protegerá y nos dará seguridad. No hay nada que pueda separarnos de su amor y cuidado.
Es importante recordar que la protección de Dios no significa que no enfrentaremos pruebas o dificultades. Sin embargo, cuando confiamos en Él y nos refugiamos en su presencia, encontramos fortaleza y consuelo en medio de cualquier situación. Dios es nuestra seguridad en medio de la inseguridad del mundo.
En estos tiempos de incertidumbre y temor, es especialmente importante aferrarnos a la promesa de Salmo 91.4. No importa cuál sea la situación que estemos enfrentando, podemos confiar en que Dios está con nosotros. Su amor y cuidado nos envuelven como las plumas de un ave, brindándonos consuelo y esperanza.
Como creyentes, debemos recordar que tenemos acceso a esta protección divina a través de nuestra fe en Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Al recibir a Cristo en nuestro corazón, nos convertimos en hijos de Dios y podemos experimentar Su amor y protección en nuestras vidas.
Así que, hoy te animo a confiar en la promesa de Salmo 91.4. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que estés enfrentando, recuerda que tienes un Dios que te cubre con sus plumas y te ofrece seguridad bajo sus alas. Aférrate a Su verdad y encuentra consuelo en Su presencia. Él es tu escudo y adarga en todo momento.
Salmo 91.4: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.» Esta es la promesa de Dios para ti. Confía en Él y experimenta su amor y protección en tu vida hoy.
Salmo 91.4: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.»