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¡Experimenta la grandeza y alabanza de Salmo 34:3!


El Salmo 34:3, en la versión Reina Valera de la Biblia, dice: «Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre». Estas palabras nos invitan a elevar y glorificar el nombre de Dios en todo momento. Es un llamado a reconocer y proclamar su grandeza en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.

Cuando reflexiono sobre esta poderosa declaración, me llena de alegría y gratitud. Nosotros, como creyentes, tenemos el privilegio de magnificar a Dios y dar testimonio de su amor y poder. Al hacerlo, invitamos a otros a unirse a nosotros en esta alabanza y adoración.

Imagínate por un momento cómo sería si cada día nos levantáramos con el propósito de engrandecer a Jehová. Si comenzáramos nuestra jornada conscientes de su presencia y dispuestos a exaltar su nombre en todo lo que hacemos. ¿No crees que eso transformaría nuestra perspectiva y actitud? Estoy convencido de que sí.

Engrandecer a Jehová conlleva reconocer su grandeza y bondad en nuestras vidas. Significa mirar más allá de nuestras circunstancias y aferrarnos a la verdad de que Dios está con nosotros. No importa cuán difíciles sean los desafíos que enfrentemos, podemos confiar en su poder y fidelidad.

Cuando enfrentamos tiempos de dificultad, es fácil caer en la trampa de la queja y la desesperación. Pero el Salmo 34:3 nos recuerda que nuestra respuesta adecuada debe ser la alabanza y la exaltación de Dios. Aunque las circunstancias sean adversas, podemos encontrar consuelo y fortaleza en su presencia.

Engrandecer a Jehová también implica compartir su amor y verdad con los demás. Cuando experimentamos el amor y la gracia de Dios en nuestras vidas, no podemos guardar silencio. Nos sentimos impulsados a compartir lo que hemos recibido con aquellos que nos rodean.

Recuerdo una vez que un amigo me compartió cómo el Salmo 34:3 había transformado su vida. Él estaba pasando por una situación difícil y estaba luchando con la ansiedad y el temor. Pero cuando se encontró con estas palabras de la Biblia, algo cambió en su corazón.

Decidió comenzar a alabar y exaltar a Dios en medio de su situación. A pesar de las dificultades, eligió confiar en el poder y la fidelidad de Dios. Y poco a poco, experimentó una paz que sobrepasaba todo entendimiento. Su testimonio es un recordatorio vivo de cómo el Salmo 34:3 puede impactar nuestras vidas.

En nuestras iglesias y comunidades, también podemos aplicar el Salmo 34:3. Alabemos a Dios juntos y exaltemos su nombre en cada reunión y servicio. No dejemos que nuestras diferencias o problemas nos dividan, sino que nos unamos en una sola voz para magnificar a Jehová.

Al final de este artículo, quiero invitarte a reflexionar sobre el Salmo 34:3 una vez más. «Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre». Que estas palabras se graben en tu corazón y te inspiren a vivir una vida de alabanza y adoración constante.

Que cada día te levantes con la convicción de engrandecer a Jehová en todo lo que hagas. Que tu vida sea un testimonio vivo del poder y la bondad de Dios. Y que, al igual que el Salmo 34:3 nos enseña, podamos exaltar y proclamar su nombre con gozo y gratitud.

Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. Amén.

Salmo 34:3.