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Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? ¡Un versículo revelador!


HOMBRE DE POCA FE, ¿POR QUÉ DUDASTE? VERSÍCULO

¡Saludos, queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy, quiero compartir con ustedes una reflexión basada en un versículo poderoso de la Palabra de Dios. El versículo al que me refiero es Mateo 14:31, donde Jesús le dice a Pedro: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».

Cuando leemos este pasaje, nos encontramos con una escena fascinante. Pedro, lleno de valentía y fe, camina sobre las aguas para encontrarse con Jesús. Sin embargo, en medio de la tormenta y el viento fuerte, Pedro comienza a dudar y temer. Es en ese momento que Jesús pronuncia estas palabras tan poderosas: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».

Este versículo nos enseña una lección valiosa acerca de la fe. La fe es como una semilla que debe ser alimentada y regada constantemente. Si no cuidamos nuestra fe, si permitimos que las dudas y los temores se apoderen de nosotros, corremos el riesgo de hundirnos en las aguas turbulentas de la incredulidad.

Es fácil para nosotros identificarnos con Pedro. Todos hemos experimentado momentos de duda y miedo en nuestra vida espiritual. Tal vez hemos enfrentado situaciones difíciles o pruebas que nos han llevado a cuestionar la presencia y el poder de Dios. En esos momentos, somos como Pedro, luchando por mantenernos a flote mientras las olas amenazan con arrastrarnos.

Sin embargo, Jesús nos recuerda que la fe es nuestra fortaleza en medio de las tormentas. Él nos llama a confiar en Él, incluso cuando todo a nuestro alrededor parece incierto. No importa cuán grandes sean nuestras dudas o cuán fuertes sean nuestros temores, Jesús nos dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».

El Señor nos ofrece su mano extendida para levantarnos de las aguas turbulentas de la duda. Él nos invita a caminar junto a Él, con fe inquebrantable, sin importar las circunstancias que nos rodean. Pero, ¿cómo podemos fortalecer nuestra fe?

La respuesta se encuentra en la Palabra de Dios. La Biblia es la fuente de verdad y sabiduría que necesitamos para crecer en nuestra fe. Al leer y meditar en la Palabra, encontramos promesas y enseñanzas que nos animan y nos fortalecen. Enfrentemos la duda con la verdad de Dios.

Además, la fe crece cuando la ejercitamos. Debemos poner en práctica lo que creemos y confiar en que Dios cumplirá sus promesas. Así como Pedro dio el primer paso y caminó sobre las aguas, nosotros también debemos dar pasos de fe, confiando en que Dios nos sostendrá y nos guiará.

Es importante también rodearnos de una comunidad de creyentes que nos apoye y anime en nuestra caminata de fe. Cuando compartimos nuestras luchas y dudas con otros hermanos y hermanas en Cristo, encontramos consuelo y fortaleza. Juntos, podemos recordarnos mutuamente las promesas de Dios y alentarnos a seguir confiando en Él.

Hermanos y hermanas, no permitamos que la duda nos impida experimentar todo lo que Dios tiene preparado para nosotros. Abramos nuestros corazones a la fe y confiemos en que el Señor cumplirá sus promesas en nuestras vidas. Recordemos siempre las palabras de Jesús a Pedro: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».

En conclusión, la fe es un regalo precioso que Dios nos ha dado. No dejemos que las dudas y los temores nos roben la bendición de caminar en fe. Fortalezcamos nuestra fe a través de la Palabra de Dios, ejercitándola en nuestra vida diaria y buscando el apoyo de otros creyentes. Recordemos siempre las palabras de Jesús: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».

Que el Señor nos guíe y fortalezca nuestra fe en cada paso de nuestro caminar con Él. Amén.

HOMBRE DE POCA FE, ¿POR QUÉ DUDASTE? VERSÍCULO

HOMBRE DE POCA FE, ¿POR QUÉ DUDASTE? VERSÍCULO

Mateo 14:31 (Reina Valera 1960) – «Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?»