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La Biblia revela: Salmo 115:16, el cielo pertenece al Señor


Salmo 115:16 – «El cielo es el cielo de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una verdad maravillosa que se encuentra en el Salmo 115:16. Esta porción de las Escrituras nos revela el amor y la generosidad de nuestro Dios hacia nosotros, sus hijos. En este versículo, el salmista nos recuerda que el cielo pertenece a Jehová, pero la tierra ha sido entregada a los hijos de los hombres.

Es asombroso pensar en el poder y la grandeza de Dios. Él es el dueño y gobernante del cielo, un lugar de pureza y perfección. Sin embargo, a pesar de su majestuosidad, Dios ha decidido regalarnos este hermoso planeta llamado Tierra. Él nos ha confiado esta creación para que la cuidemos y la administremos de acuerdo a su voluntad.

En el libro de Génesis, encontramos que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, y les dio autoridad sobre toda la tierra (Génesis 1:26). Él nos hizo mayordomos de este mundo, responsables de cuidarlo y preservarlo. Nuestro Padre celestial nos ha dado un regalo invaluable, y es nuestra responsabilidad usarlo de manera sabia y responsable.

Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de esta verdad y actuamos como dueños de la tierra en lugar de cuidadores. Nos aprovechamos de sus recursos sin pensar en las consecuencias, contaminamos el medio ambiente y destruimos la belleza natural que Dios nos ha dado. Pero el Salmo 115:16 nos recuerda que la tierra es un regalo divino y que debemos tratarla con respeto y gratitud.

Además, este versículo nos enseña que Dios confía en nosotros, sus hijos, para ser buenos administradores de su creación. Él nos ha dado la responsabilidad de ser sus manos y pies en este mundo, de mostrar su amor y cuidado a través de nuestras acciones. Debemos recordar que todo lo que hacemos en la tierra tiene un impacto, ya sea positivo o negativo. Nuestras decisiones y acciones deben reflejar el amor y la bondad de nuestro Padre celestial.

Entonces, ¿cómo podemos vivir de acuerdo a esta verdad? En primer lugar, debemos reconocer que todo lo que tenemos en esta vida es un regalo de Dios. Cada recurso, cada oportunidad, cada bendición viene de su mano amorosa. Debemos ser agradecidos y conscientes de su generosidad.

En segundo lugar, debemos cuidar y proteger la tierra. Esto implica tomar decisiones responsables en nuestras prácticas diarias, como reducir el consumo de energía, reciclar, usar productos sostenibles y cuidar de los animales y plantas. También implica ser conscientes de cómo nuestras decisiones pueden afectar a otros y al medio ambiente que nos rodea.

Finalmente, debemos vivir de acuerdo a los principios de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Esto incluye tratar a los demás con amor y respeto, ser honestos en nuestras transacciones y negocios, y buscar la justicia y la equidad en nuestras relaciones. Debemos reflejar el carácter de Dios en todo lo que hacemos.

En conclusión, el Salmo 115:16 nos recuerda que la tierra es un regalo de Dios y que debemos ser buenos administradores de ella. Dios nos ha confiado este planeta para que lo cuidemos y preservemos. Debemos vivir de acuerdo a esta verdad, siendo agradecidos por su generosidad y actuando de manera responsable en todas las áreas de nuestra vida. Que este versículo sea un recordatorio constante de nuestro deber y privilegio como hijos de Dios.

Que Dios los bendiga ricamente mientras cuidamos y protegemos la tierra que él nos ha dado.

Salmo 115:16 – «El cielo es el cielo de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.»

Salmo 115:16 – «El cielo es el cielo de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.»

Salmo 115:16 – «El cielo es el cielo de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.»