Conéctate Con Dios

La Cita Bíblica Hechos 2:42-47: La Comunidad de Creyentes en Acción


Cita Bíblica: Hechos 2:42-47 (Reina Valera)

«Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes la inspiradora Cita Bíblica: Hechos 2:42-47. Estos versículos nos brindan un testimonio poderoso sobre la vida de la iglesia primitiva y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestras propias vidas como creyentes.

La Cita Bíblica comienza diciendo: «Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.» Aquí vemos la importancia de la enseñanza de los apóstoles, la comunión con nuestros hermanos y hermanas en la fe, la participación en la Santa Cena y la oración constante. Estas prácticas son fundamentales para el crecimiento espiritual y la unidad en la iglesia.

Continúa diciendo: «Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.» El temor a Dios y el reconocimiento de su poder y autoridad son ingredientes esenciales para experimentar su obra milagrosa en nuestras vidas. Cuando estamos en comunión con Dios y en obediencia a su Palabra, podemos esperar ver su poder manifestado en medio de nosotros.

El versículo siguiente nos muestra el hermoso espíritu de generosidad y solidaridad que reinaba en la iglesia primitiva: «Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.» Aquí vemos un ejemplo de cómo debemos ser con nuestros hermanos y hermanas en Cristo, compartiendo de manera desinteresada y atendiendo a las necesidades de los demás. Esta actitud de generosidad y compasión es una manifestación del amor de Dios en nuestras vidas.

Además, los creyentes perseveraban «unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.» Aquí vemos la importancia de reunirnos regularmente como iglesia, tanto en los lugares de adoración como en los hogares, para compartir la Palabra de Dios, la comunión y el gozo que proviene de la presencia del Señor. Alabemos al Señor juntos, con corazones agradecidos y sencillos, y experimentemos su favor en nuestras vidas y relaciones con los demás.

La Cita Bíblica concluye diciendo: «Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.» Esta es una promesa maravillosa para todos nosotros. Cuando vivimos en obediencia a los mandamientos de Dios, cuando nos amamos y servimos mutuamente, y cuando compartimos el evangelio con valentía, el Señor traerá a aquellos que necesitan ser salvos a nuestras vidas y a nuestras iglesias.

Queridos hermanos y hermanas, la Cita Bíblica: Hechos 2:42-47 es un recordatorio poderoso de cómo debemos vivir como creyentes. Perseveremos en la enseñanza de la Palabra de Dios, en la comunión con nuestros hermanos y hermanas, en la participación en la Santa Cena y en la oración constante. Seamos generosos y solidarios, compartiendo nuestras vidas y recursos con aquellos que lo necesitan. Reunámonos como iglesia, adorando juntos y experimentando la presencia de Dios en nuestras vidas. Y, sobre todo, compartamos el mensaje de salvación, para que el Señor añada cada día a aquellos que necesitan ser salvos.

Cita Bíblica: Hechos 2:42-47, una guía inspiradora para nuestras vidas como creyentes.

Cita Bíblica: Hechos 2:42-47.