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La fidelidad de Dios en Salmos 89:11: Un faro de esperanza


El poderoso mensaje de Salmos 89:11 – «Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.» Reina Valera 1960.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy me complace compartir con ustedes un versículo bíblico que nos habla del inmenso poder y autoridad de nuestro Dios. En Salmos 89:11, el salmista nos recuerda que los cielos y la tierra pertenecen a Dios, y que Él es el fundador del mundo y todo lo que hay en él. Este versículo nos invita a reflexionar sobre la grandeza de nuestro Creador y a confiar en Su soberanía.

Dios es el dueño y gobernante de todo lo que existe en los cielos y en la tierra. No hay nada que escape a Su dominio. Él es el Creador y Sustentador de todo, desde los más grandes astros en el firmamento hasta las más diminutas criaturas en la tierra. Cada montaña, río, planta y animal ha sido diseñado y formado por las manos de nuestro Dios Todopoderoso.

Esta verdad nos llena de asombro y admiración. Contemplar la magnificencia de la creación nos lleva a reconocer la grandeza y sabiduría de nuestro Dios. Él es el único capaz de establecer los cimientos del mundo y mantenerlo en perfecto equilibrio. No hay fuerza en el universo que pueda desafiar Su autoridad. Él es el Rey de reyes y Señor de señores.

Cuando enfrentamos desafíos y dificultades en nuestra vida, es importante recordar que el mismo Dios que fundó los cielos y la tierra está a nuestro lado. Él tiene el poder para obrar milagros y cambiar cualquier situación. No importa cuán imposible parezca, nuestra fe en Dios puede mover montañas.

Amados hermanos y hermanas, cuando nos encontramos ante circunstancias adversas, no debemos olvidar que el mismo Dios que creó el mundo también nos ha creado a nosotros. Él nos conoce íntimamente y quiere lo mejor para nuestras vidas. Tenemos la seguridad de que Él está obrando en nuestra situación, incluso cuando no podemos verlo. Podemos confiar en Su fidelidad y en Su amor incondicional.

En medio de las tormentas de la vida, recordemos que nuestro Dios es el fundador del mundo y tiene el control absoluto sobre todas las cosas. Él es nuestro refugio y fortaleza. Aunque los problemas puedan agobiarnos y las dificultades parezcan insuperables, Dios está con nosotros y nos dará la fuerza que necesitamos para enfrentar cualquier situación.

En conclusión, Salmos 89:11 nos recuerda que Dios es el dueño de todo y el fundador del mundo. Su poder y autoridad son inigualables. No importa cuán grandes sean nuestros problemas, podemos confiar en que nuestro Dios tiene el control absoluto y está obrando en nuestra situación. Pongamos nuestra fe en Él y permitamos que Su amor y poder transformen nuestras vidas.

Que estas palabras sean una fuente de inspiración y fortaleza para todos nosotros. Recordemos siempre que los cielos y la tierra pertenecen a Dios, y Él es el fundador y sustentador de todo. Confíemos en Su amor y en Su poder, y experimentemos la plenitud de vida que Él tiene preparada para cada uno de nosotros.

¡Dios les bendiga abundantemente!

Salmos 89:11 – «Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.»

Salmos 89:11 – «Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.»

Salmos 89:11 – «Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.»