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La Justicia ama el camino recto - Salmos 11:7


¡Dios es justo y ama la justicia!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una hermosa promesa que se encuentra en el libro de los Salmos, en el capítulo 11, versículo 7. Permítanme leerlo nuevamente:

«Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.»

Esta poderosa declaración nos revela el carácter de nuestro amado Padre celestial. Dios es justo en todo lo que hace, y su amor por la justicia es inmenso. Esta verdad es algo que debemos aferrarnos y afianzar en nuestras vidas diarias.

En un mundo lleno de injusticias, corrupción y maldad, es consolador saber que tenemos un Dios que está en control y que es justo en todo momento. Podemos confiar en que Él nunca actuará de manera injusta, sino que siempre obrará con justicia y rectitud.

Cuando enfrentamos situaciones difíciles y nos sentimos abrumados por la injusticia que nos rodea, podemos encontrar consuelo y fortaleza en esta promesa. Sabemos que Dios ve todo y que, al final, Él hará justicia. No importa cuán oscuro parezca el panorama, podemos confiar en que Dios es fiel para cumplir sus promesas.

La segunda parte de este versículo nos dice que el hombre recto mirará el rostro de Dios. ¿Qué significa esto? Significa que aquellos que viven en rectitud y buscan la justicia en sus vidas, tendrán comunión con el Señor. Tendrán la bendición de experimentar su presencia y recibir su dirección.

Ser un hombre o mujer recto no significa ser perfecto, sino estar dispuesto a vivir una vida que se alinee con los valores y mandamientos de Dios. Significa vivir en obediencia a su Palabra y buscar siempre hacer lo correcto, incluso cuando el mundo nos empuje hacia la injusticia.

Cuando buscamos la justicia y vivimos en rectitud, Dios nos mira con agrado y nos invita a tener una relación íntima con Él. Nos convierte en sus colaboradores en la extensión de su reino en la tierra. Nos capacita para ser instrumentos de su amor y justicia en medio de un mundo quebrantado.

Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a que confíen en la justicia de Dios. No importa cuán difícil sea la situación que enfrenten, recuerden que Dios es justo y ama la justicia. No se desanimen ni se rindan, porque la promesa de Dios es que al final triunfará la justicia.

En medio de un mundo lleno de injusticias y violencia, seamos luz y sal en la tierra. Oremos por aquellos que están en posición de autoridad, para que Dios les dé sabiduría y discernimiento para gobernar con justicia. Oremos por aquellos que son víctimas de la injusticia, para que encuentren consuelo y paz en la promesa de que Dios nunca los abandonará.

Recordemos siempre que nuestra esperanza está en el Señor y en su justicia. No importa cuán oscuro pueda parecer el panorama, confiemos en que Dios está obrando detrás de escena para traer justicia y restauración. Sigamos viviendo en rectitud y buscando la justicia en nuestras vidas, sabiendo que nuestro Padre celestial está complacido con nosotros.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre esta hermosa promesa de los Salmos 11:7: «Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro.» Confíen en que Dios es justo en todo lo que hace y que su amor por la justicia es infinito. Vivamos en rectitud y busquemos la justicia en nuestras vidas, sabiendo que Dios nos mira con agrado y nos invita a tener comunión con Él. Sigamos siendo instrumentos de su amor y justicia en medio de un mundo que necesita desesperadamente su luz.

Salmos 11:7: «Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro.»

¡Que Dios les bendiga y les fortalezca en su caminar en rectitud y justicia! Amén.