Salmos 4:6 – «Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro» (Reina Valera).
Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos reunimos para reflexionar sobre el poderoso mensaje del Salmo 4:6. Esta escritura nos muestra una realidad que aún es relevante en nuestros días: la búsqueda de la bondad y la luz en medio de la oscuridad del mundo. En este salmo, el salmista clama a Jehová, pidiendo que su rostro brille sobre ellos, trayendo esperanza y dirección. Esta petición es un recordatorio para nosotros de que solo en la presencia y el favor de Dios encontraremos verdadero gozo y satisfacción.
Cuando observamos a nuestro alrededor, vemos a muchas personas perdidas, confundidas y desesperanzadas. Muchas veces, incluso nosotros mismos nos hemos sentido abrumados por la incertidumbre y el caos de la vida. Nos preguntamos: ¿Quién nos mostrará el bien en medio de este mundo caído? Pero en lugar de caer en la desesperación, debemos seguir el ejemplo del salmista y elevar nuestra voz a Dios. Debemos pedirle que ilumine nuestro camino y nos muestre su bondad y amor.
Es importante destacar que el salmista no solo pide que Dios muestre su bondad, sino también que alce sobre ellos la luz de su rostro. Esta expresión implica una relación personal y cercana con el Señor. El salmista anhela estar en la presencia de Dios, buscando su rostro y su favor. Y es precisamente en la intimidad con nuestro Creador que encontramos consuelo y dirección en medio de las dificultades de la vida.
Hermanos y hermanas, no debemos olvidar que Dios es la fuente de toda bondad y luz. Él es quien nos muestra el camino correcto y nos guía en cada paso que damos. En su palabra, encontramos respuestas a nuestras preguntas y consuelo para nuestras preocupaciones. Siempre que nos encontremos en la oscuridad, debemos recordar que Dios es nuestra luz y salvación (Salmos 27:1). Si buscamos su rostro y confiamos en su poder, Él nos mostrará el bien y nos guiará hacia la plenitud de vida que tanto anhelamos.
Sin embargo, también debemos reconocer que la búsqueda de la bondad y la luz en Dios no es un proceso pasivo. No podemos simplemente esperar a que Dios resuelva todos nuestros problemas sin hacer nada. En cambio, debemos tomar la iniciativa de buscar a Dios, leer su palabra y orar sin cesar. En Mateo 7:7, Jesús nos insta a pedir, buscar y llamar, prometiéndonos que seremos respondidos. Por lo tanto, es necesario que nos esforcemos en cultivar una relación constante con nuestro Padre celestial.
En conclusión, el Salmo 4:6 nos recuerda que en medio de la oscuridad del mundo, podemos encontrar esperanza y dirección en Dios. No importa cuán perdidos o desesperados nos sintamos, debemos elevar nuestra voz a Él, pidiendo que alce sobre nosotros la luz de su rostro. Solo en su presencia encontraremos verdadero gozo y satisfacción. Así que, hermanos y hermanas, invoquemos a Dios, busquemos su rostro y confiemos en su bondad y amor. Él siempre nos mostrará el bien en su tiempo perfecto.
Salmos 4:6 – «Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro» (Reina Valera).
¡Gloria a Dios por su bondad y luz en nuestras vidas!