Cita Bíblica De La Parábola De La Oveja Perdida
Lucas 15:3-7 (RV) – «Y les dijo esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.»
Cita Bíblica De La Parábola De La Oveja Perdida
¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una de las parábolas más hermosas y reconfortantes que Jesús nos enseñó durante su ministerio terrenal. Esta parábola nos habla del gran amor y la infinita misericordia que nuestro Buen Pastor, Jesús, tiene por cada uno de nosotros, sus ovejas.
La parábola de la oveja perdida nos muestra la naturaleza compasiva de nuestro Señor y su incansable búsqueda por aquellos que se han alejado o se han perdido en su camino. En este pasaje, Jesús nos cuenta sobre un pastor que tenía cien ovejas, pero una de ellas se extravió. Sin dudarlo, el pastor deja a las noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la oveja perdida.
Imagínense el amor y la dedicación que este pastor tenía por sus ovejas. Aunque tenía un rebaño completo, no podía soportar la idea de perder a una sola de ellas. Su amor por cada una de sus ovejas era tan profundo que no dudó en arriesgarlo todo para encontrar a la que se había extraviado.
Del mismo modo, nuestro amado Jesús, nuestro Buen Pastor, siente un amor aún mayor por cada uno de nosotros. Él nos conoce a cada uno por nuestro nombre y nunca nos abandona, incluso cuando nos alejamos de su camino. Jesús está dispuesto a dejar las noventa y nueve en el desierto solo para buscar y salvar a la oveja perdida. No importa cuán lejos podamos habernos alejado, Él siempre está dispuesto a encontrarnos, levantarnos y llevarnos de vuelta a su rebaño.
En esta parábola encontramos una hermosa promesa: cuando la oveja perdida es encontrada, el pastor la coloca sobre sus hombros y regresa a casa, gozoso. Este acto de amor y redención es un reflejo del amor que Dios tiene por cada uno de nosotros. No importa qué tan perdidos o extraviados nos hayamos sentido, cuando nos volvemos a Él, experimentamos su amor y gozo restaurador.
Hermanos y hermanas, esta parábola es un recordatorio de que nuestro Buen Pastor nos busca y nos llama a volver a Él. No importa cuán lejos nos hayamos alejado, Él siempre está dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos. Dios no desea perder a ninguno de sus hijos, y por eso envió a su Hijo amado, Jesús, para buscar y salvar lo que se había perdido.
En conclusión, recordemos siempre la Cita Bíblica De La Parábola De La Oveja Perdida que Jesús nos enseñó para que nunca olvidemos el inmenso amor y misericordia que nuestro Buen Pastor tiene por cada uno de nosotros. No importa cuántas veces nos hayamos alejado, siempre podemos volver a Él, y Él nos recibirá con amor y gozo.
Cita Bíblica De La Parábola De La Oveja Perdida
Lucas 15:3-7 (RV) – «Y les dijo esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.»
¡Que esta parábola nos inspire a buscar y amar a aquellos que se han perdido, extendiendo la mano de amor y misericordia que Jesús nos ha dado! Amen.