Conéctate Con Dios

La poderosa Cita Bíblica: 'Tuve hambre y me disteis de comer'


Cita Bíblica: «Tuve hambre y me disteis de comer.» (Mateo 25:35)

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy me gustaría reflexionar sobre esta poderosa cita bíblica: «Tuve hambre y me disteis de comer». Estas palabras de Jesús nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la acción y el amor hacia nuestros semejantes, especialmente aquellos que se encuentran en necesidad.

En la Biblia, Jesús nos enseña que el amor y el servicio son fundamentales en nuestra vida cristiana. El Señor nos muestra que no basta con tener fe, sino que también debemos demostrarla a través de nuestras acciones. Y una de las formas más significativas de mostrar nuestro amor es alimentar a aquellos que tienen hambre.

Cuando Jesús pronunció estas palabras, nos recordó la importancia de la compasión y la solidaridad. Nos enseñó que, como sus seguidores, debemos estar dispuestos a ayudar a los demás en sus momentos de necesidad. A menudo, cuando pensamos en las necesidades de los demás, nos enfocamos en lo material, en la falta de alimentos o recursos económicos. Sin embargo, Jesús nos enseña que también hay una necesidad espiritual de alimento y amor.

En nuestra sociedad actual, es fácil pasar por alto a aquellos que tienen hambre. Muchas veces nos encontramos ocupados con nuestras propias vidas y preocupaciones, sin percatarnos de las necesidades de los demás. Pero como cristianos, estamos llamados a ser diferentes. Estamos llamados a ser la luz en medio de la oscuridad y el amor en medio de la indiferencia.

No debemos esperar a que nos pidan ayuda para actuar. Debemos ser proactivos y buscar oportunidades para alimentar a los hambrientos, tanto física como espiritualmente. Podemos hacerlo a través de donaciones a organizaciones benéficas, participando en programas de asistencia alimentaria o simplemente compartiendo una comida con alguien que lo necesita. Cada pequeño acto de bondad puede marcar una gran diferencia en la vida de alguien.

Pero no nos engañemos, el acto de dar de comer a los hambrientos no es solo una tarea externa. También se trata de nuestro propio crecimiento espiritual. Cuando nos extendemos y ayudamos a los demás, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y fortaleciendo nuestra relación con Él. Estamos cultivando el amor y la compasión en nuestros corazones y dejando que la luz de Cristo brille a través de nosotros.

Además, al dar de comer a los hambrientos, también recibimos una bendición. La Biblia nos enseña que aquellos que dan generosamente serán bendecidos abundantemente. En Proverbios 19:17 leemos: «El que tiene piedad del pobre presta al Señor, y él le recompensará». Así que no debemos temer por nuestras propias necesidades, porque Dios nos promete que Él suplirá todo lo que necesitamos cuando nos preocupamos por los demás.

Queridos hermanos y hermanas, hoy los animo a reflexionar sobre estas palabras de Jesús: «Tuve hambre y me disteis de comer». Pidámosle a Dios que nos muestre cómo podemos ser instrumentos de su amor y bondad en el mundo. Que podamos ser sensibles a las necesidades de los demás y estar dispuestos a servirles en amor. Que podamos ser una iglesia que brinda alimento tanto física como espiritualmente.

Recordemos siempre que nuestras acciones tienen un impacto más allá de lo que podemos imaginar. Alimentar a los hambrientos es un acto de amor que puede cambiar vidas y transformar comunidades. Sigamos el ejemplo de nuestro Señor Jesús y seamos una fuente de esperanza y provisión para aquellos que tienen hambre.

Cita Bíblica: «Tuve hambre y me disteis de comer.» (Mateo 25:35)

En el nombre de Jesús,

[Nombre del ministro]

Cita Bíblica: «Tuve hambre y me disteis de comer.» (Mateo 25:35)