Salmo 17:6 – «Yo te he llamado, porque tú me escucharás, oh Dios; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que encontramos en el Salmo 17:6. Este versículo nos recuerda la importancia de acudir a Dios en oración y confiar en que Él nos escucha.
En nuestro caminar diario, enfrentamos desafíos, pruebas y dificultades. A veces, podemos sentirnos abrumados por las circunstancias y creer que estamos solos en nuestras luchas. Sin embargo, el Salmo 17:6 nos asegura que no estamos solos, sino que tenemos un Dios amoroso y atento que siempre está dispuesto a escucharnos.
Cuando el salmista dice: «Yo te he llamado, porque tú me escucharás, oh Dios», nos muestra la confianza y la certeza que tiene en la respuesta de Dios. Él no tenía dudas de que Dios escucharía su clamor. Y esta misma confianza debería estar arraigada en nuestros corazones cuando recurrimos a Dios en oración.
Nuestro Dios es un Dios de amor y compasión. Él no solo nos escucha, sino que también inclina su oído hacia nosotros. Esto significa que presta atención y se interesa profundamente por nuestras palabras y nuestras necesidades. No somos ignorados por Él, sino que somos valorados y amados.
Es importante recordar que la oración es una vía de comunicación bidireccional. No solo hablamos a Dios, sino que también debemos escuchar su voz en nuestras vidas. Cuando nos acercamos a Él en oración, debemos estar dispuestos a abrir nuestros corazones y oídos a lo que Él quiere decirnos.
A veces, puede ser difícil escuchar a Dios en medio del ruido y las distracciones de este mundo. Pero si nos tomamos el tiempo para buscarlo con sinceridad y humildad, Él nos hablará. Podemos confiar en que sus palabras son verdaderas y llenas de sabiduría.
El Salmo 17:6 nos motiva a perseverar en la oración y confiar en que Dios responderá. Aunque sus respuestas pueden no llegar de la manera que esperamos o en el tiempo que queremos, podemos confiar en que Él siempre hace lo que es mejor para nosotros. Nuestra tarea es confiar y descansar en su voluntad perfecta.
Hermanos y hermanas, no importa cuáles sean las circunstancias que estemos enfrentando en este momento, podemos acudir a Dios en oración. No hay problema demasiado grande o demasiado pequeño para Él. Él está esperando con brazos abiertos para escuchar nuestras palabras y nuestras cargas.
Recuerda que Dios te escucha y está atento a tu clamor. Incluso cuando te sientas solo o desesperado, Él está ahí para ti. No dudes en acudir a Él en oración y confiar en que Él tiene el poder para transformar tu situación.
En conclusión, el Salmo 17:6 es un recordatorio poderoso de la importancia de la oración y la confianza en Dios. No importa cuál sea tu situación, tómate un momento para acercarte a Dios en oración. Él te escuchará y te responderá de acuerdo a su perfecta voluntad. Confía en Él y descansa en su amor incondicional.
«Yo te he llamado, porque tú me escucharás, oh Dios; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.»
Amén.
Salmo 17:6