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La promesa de Dios: Salmo 138:6, un canto a la fidelidad divina


Salmo 138:6 – «Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que encontramos en el Salmo 138:6. Este versículo nos recuerda que nuestro Dios es excelso, es decir, está por encima de todo y de todos. Él es el Rey de reyes y el Señor de señores. Su grandeza y majestuosidad son incomparables. No hay nada ni nadie que pueda igualarse a Él.

La primera parte del versículo nos dice que Dios atiende al humilde. ¿Qué significa ser humilde? Ser humilde implica reconocer nuestra dependencia de Dios y someternos a Su voluntad. Es reconocer que sin Él no podemos hacer nada. Dios ama a aquellos que se humillan delante de Él y reconocen su necesidad de Su gracia y misericordia. Él está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y responder a nuestras necesidades cuando venimos a Él con un corazón humilde.

En contraste, la segunda parte del versículo nos dice que a los altivos, a aquellos que se enorgullecen y se creen superiores, Dios los mira de lejos. Dios desaprueba el orgullo y la arrogancia. Él no puede bendecir a aquellos que se exaltan a sí mismos y menosprecian a los demás. En cambio, Dios busca a aquellos que son humildes de corazón y dispuestos a someterse a Su autoridad. Él quiere trabajar en nosotros y a través de nosotros, pero solo puede hacerlo cuando estamos dispuestos a reconocer que Él es nuestro Señor y que dependemos totalmente de Él.

Hermanos y hermanas, esta promesa es un recordatorio de la importancia de cultivar la humildad en nuestras vidas. No importa cuán talentosos o exitosos seamos, no debemos olvidar que todo lo que tenemos y somos proviene de Dios. Nuestra posición, nuestros logros, nuestras posesiones, todo es un regalo de Su gracia. No podemos permitir que el orgullo se interponga en nuestro camino y nos impida experimentar la plenitud de las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros.

Además, esta promesa nos anima a confiar en Dios en todo momento. Él nos ha prometido que atenderá nuestras necesidades, pero debemos depositar nuestra confianza en Él y no en nuestras propias habilidades o recursos. A veces, nos enfrentamos a desafíos y obstáculos que parecen insuperables, pero debemos recordar que Dios es excelso y poderoso. Él tiene el control de todas las cosas y puede obrar milagros en nuestras vidas si confiamos en Él y nos humillamos delante de Él.

En resumen, el Salmo 138:6 nos recuerda la importancia de la humildad y la confianza en Dios. Él es el Dios excelso que atiende al humilde y obra maravillas en sus vidas. No permitamos que el orgullo nos aleje de las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros. En cambio, esforcémonos por ser humildes y confiar en Él en todo momento. Recordemos siempre que Dios es el centro de nuestras vidas y que sin Él no somos nada.

Que el Salmo 138:6 sea un recordatorio constante para todos nosotros de buscar la humildad y confiar en el Dios excelso que nos ama y cuida. ¡Dios les bendiga abundantemente!

Salmo 138:6 – «Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.»