Dios nos llama a confiar en Él y a no preocuparnos por el futuro. En el libro de Mateo, capítulo 12, versículo 25, Jesús nos dice: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25, Reina Valera).
Estas palabras de Jesús son un recordatorio poderoso de que no debemos preocuparnos excesivamente por nuestras necesidades materiales. A menudo, nos preocupamos por el futuro, por cómo vamos a satisfacer nuestras necesidades básicas, como la comida, el agua y la ropa. Pero Jesús nos dice claramente que nuestra vida es mucho más que estas cosas. Dios nos ha dado vida, y Él es nuestro proveedor fiel.
Cuando nos preocupamos en exceso, estamos permitiendo que la ansiedad y el miedo nos controlen. Nos olvidamos de que tenemos un Padre celestial amoroso que cuida de nosotros. En el versículo 26, Jesús nos recuerda: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26, Reina Valera). Las aves no se preocupan por su sustento diario, confían en Dios y Él las alimenta. Del mismo modo, Dios nos cuida y provee para nuestras necesidades.
No debemos preocuparnos por lo que vamos a comer o beber, o por cómo vamos a vestirnos. En el versículo 27, Jesús nos pregunta: “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:27, Reina Valera). No importa cuánto nos preocupemos, no podemos cambiar nuestra situación simplemente por preocuparnos. En cambio, Jesús nos insta a confiar en Dios y a buscar primero su reino y su justicia, y todas estas cosas nos serán añadidas (Mateo 6:33).
Cuando confiamos en Dios y ponemos nuestras necesidades en sus manos, Él nos cuida y nos provee en abundancia. No debemos permitir que la preocupación y la ansiedad nos roben la paz y la alegría en nuestra vida. En el versículo 28, Jesús nos dice: “Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan, ni hilan” (Mateo 6:28, Reina Valera). Los lirios del campo no se preocupan por cómo crecerán o se vestirán, pero Dios los viste con belleza. Del mismo modo, Dios se preocupa por nosotros y nos provee.
Cuando confiamos en Dios y dejamos de preocuparnos, podemos vivir en paz y libertad. En el versículo 30, Jesús nos dice: “Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?” (Mateo 6:30, Reina Valera). Dios se preocupa por los detalles más pequeños de nuestras vidas, mucho más de lo que nos preocupamos nosotros mismos. No debemos permitir que la falta de fe nos impida confiar en Él.
Así que hoy, te animo a dejar de preocuparte y a confiar en Dios. Él es nuestro proveedor fiel y nos cuida en todo momento. No importa cuáles sean tus necesidades, Dios está contigo y te proveerá. Busca primero su reino y su justicia, y todas estas cosas te serán añadidas.
En conclusión, el versículo 12 25 de Mateo nos recuerda que no debemos preocuparnos por nuestras necesidades materiales. Dios es nuestro proveedor fiel y nos cuida en todo momento. No debemos permitir que la ansiedad y el miedo nos controlen, sino que debemos confiar en Dios y buscar primero su reino. Cuando confiamos en Él, vivimos en paz y libertad, sabiendo que Él se preocupa por nosotros y nos provee en abundancia. Así que hoy, deja de preocuparte y confía en Dios. Él está contigo en cada paso del camino.
Versiculo 12 25: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25, Reina Valera).