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La promesa de Salmo 146:8 deslumbra con su infinito amor


Salmo 146:8 – «El Señor abre los ojos a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los justos.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una palabra poderosa y llena de promesas del Salmo 146:8. Este versículo nos habla del increíble amor y cuidado de nuestro Dios hacia nosotros, sus hijos amados. En medio de nuestras luchas y desafíos, es una gran bendición saber que el Señor está con nosotros, siempre dispuesto a abrir nuestros ojos, levantarnos cuando caemos y amarnos en todo momento.

En primer lugar, el Salmo 146:8 nos dice que «El Señor abre los ojos a los ciegos». No solamente se refiere a aquellos que padecen de ceguera física, sino también a aquellos que están ciegos espiritualmente. Muchas veces, nos encontramos en situaciones en las que no vemos claramente el camino que debemos tomar, nos sentimos perdidos y confundidos. Sin embargo, el Señor está dispuesto a abrir nuestros ojos y mostrarnos su voluntad. Él nos guía con su luz y nos revela su verdad, para que podamos caminar en su camino perfecto.

En segundo lugar, el Salmo 146:8 nos dice que «El Señor levanta a los caídos». Todos hemos experimentado momentos de debilidad, fracaso y desesperanza. A veces, sentimos que no podemos levantarnos de nuestras caídas, que estamos destinados a permanecer en el suelo. Pero el Señor es aquel que nos levanta, nos restaura y nos da nuevas fuerzas. Él nos levanta de nuestras derrotas y nos da la victoria. No importa cuán profunda sea nuestra caída, el Señor está allí para levantarnos y fortalecernos.

Por último, el Salmo 146:8 nos dice que «El Señor ama a los justos». Esto es un recordatorio de que nuestro Dios es un Dios de amor incondicional. Él no nos ama por nuestras obras o méritos, sino simplemente porque somos sus hijos. Él nos ama con un amor eterno y nos acepta tal como somos. No importa cuán imperfectos seamos, cuán lejos hayamos estado de su voluntad, su amor siempre nos alcanza. Somos amados, valorados y apreciados por nuestro Padre celestial.

Queridos hermanos y hermanas, en este mundo lleno de incertidumbre y dificultades, el Salmo 146:8 es un recordatorio poderoso de que tenemos un Dios que nos cuida, nos guía y nos ama. Podemos confiar en que Él abrirá nuestros ojos espirituales, nos levantará de nuestras caídas y nos envolverá en su amor incondicional. No importa cuáles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos encontrar consuelo y esperanza en la promesa de este versículo.

Así que hoy, mientras enfrentamos nuestros desafíos y luchas diarias, recordemos que tenemos un Dios que está con nosotros en todo momento. Su amor y cuidado son inagotables, y podemos confiar en que Él cumplirá sus promesas en nuestras vidas. Abramos nuestros corazones a su dirección, permitamos que Él nos levante cuando caemos y gocémonos en su amor eterno.

Recuerden siempre el hermoso mensaje del Salmo 146:8: «El Señor abre los ojos a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los justos». Que estas palabras nos inspiren y fortalezcan en nuestra fe, recordándonos que tenemos un Dios que nunca nos dejará ni nos abandonará.

Que la paz y el amor de nuestro Señor Jesucristo sea con cada uno de ustedes.

Salmo 146:8 – «El Señor abre los ojos a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los justos.»