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La Sangre De Cristo: Nuestro Escudo Infalible - Versículo Revelador


La Sangre De Cristo Nos Protege Versículo: La Poderosa Defensa de Nuestra Fe

Hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos reunimos para reflexionar sobre el poder y la protección que encontramos en la sangre de nuestro Señor Jesucristo. En la Biblia, específicamente en el libro de Éxodo, encontramos un pasaje que nos habla de esta protección divina. En Éxodo 12:13, leemos: «Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto».

Este pasaje nos muestra cómo la sangre del cordero pascual fue utilizada como señal de protección para el pueblo de Israel durante la plaga de la muerte en Egipto. La sangre fue un escudo que los libró de la destrucción, y en la actualidad, como creyentes en Cristo, también podemos encontrar protección en la sangre de nuestro Salvador.

La sangre de Cristo es un símbolo poderoso de redención y protección. En el Nuevo Testamento, en la carta a los Hebreos, encontramos una afirmación contundente acerca de la eficacia de la sangre de Jesús. Hebreos 9:22 nos dice: «Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión». Esta es una declaración fuerte y clara de que la sangre de Jesús es necesaria para la remisión de nuestros pecados y la restauración de nuestra relación con Dios.

En la cruz del Calvario, Jesús derramó su sangre preciosa por cada uno de nosotros. Fue un acto de amor y sacrificio supremo que nos ofrece protección y salvación eterna. Por medio de su sangre, hemos sido reconciliados con Dios y podemos tener la seguridad de que, aunque enfrentemos dificultades y pruebas, somos protegidos por el poder de su sangre.

La sangre de Cristo nos protege en todos los aspectos de nuestra vida. Nos protege de las consecuencias del pecado y nos limpia de toda maldad. En 1 Juan 1:7 leemos: «pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado». Esta es una promesa maravillosa, hermanos, que la sangre de Cristo nos limpia completamente de todo pecado cuando caminamos en su luz.

Además, la sangre de Cristo nos protege de los ataques del enemigo. En Apocalipsis 12:11 se nos revela: «Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte». Como creyentes, tenemos la autoridad y el poder para vencer al enemigo por medio de la sangre de Jesús. Esta sangre preciosa nos cubre y nos protege de todo mal.

Queridos hermanos y hermanas, hoy quiero animarles a confiar en el poder de la sangre de Cristo. No importa cuán grandes sean las dificultades que enfrentemos, no importa cuán fuertes sean las tormentas que nos rodeen, la sangre de Jesús es nuestra defensa y seguridad. En momentos de aflicción, cuando la duda y el temor intenten apoderarse de nuestro corazón, recordemos que la sangre de Cristo nos protege y nos guarda.

Así que, levantémonos firmes en nuestra fe, proclamando la victoria que tenemos en la sangre de Jesucristo. No dejemos que el enemigo nos intimide ni nos haga dudar de la protección que hemos recibido a través de su sangre. Recuerden, hermanos, que «La Sangre De Cristo Nos Protege Versículo». Esta declaración es una afirmación poderosa que nos recuerda nuestra posición segura y protegida en Cristo.

En conclusión, hermanos y hermanas, confiemos en la eficacia de la sangre de Cristo. Reconozcamos su poder y su protección en nuestras vidas. Que esta verdad sea arraigada en nuestro corazón y nos impulse a vivir una vida de fe y valentía. Que la sangre de Jesús sea nuestra defensa constante y nos guíe en todos nuestros caminos. Que nunca olvidemos que «La Sangre De Cristo Nos Protege Versículo». Amén y amén.

La Sangre De Cristo Nos Protege Versículo.