Conéctate Con Dios

La súplica en Salmo 143:10 revela un clamoroso deseo de guía divina


El Salmo 143:10 es una poderosa declaración de fe y confianza en Dios. Este versículo nos invita a buscar la guía y dirección divina en todas las áreas de nuestra vida. La palabra de Dios dice:

«Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud» (Salmo 143:10, Reina Valera).

Cuando leemos este versículo, podemos percibir las palabras del salmista que claman al Señor para que los enseñe a hacer su voluntad. Esta petición refleja una humildad y una dependencia total en Dios. El salmista reconoce que Dios es su Dios, y por lo tanto, es a Él a quien deben buscar para recibir instrucción y dirección en sus vidas.

En un mundo lleno de opciones y decisiones difíciles, es reconfortante saber que podemos acudir a Dios para que nos muestre el camino correcto. Él es el único que puede guiarnos hacia la tierra de rectitud, donde encontraremos paz, justicia y plenitud. Es en Su voluntad donde encontramos verdadero propósito y significado.

Cuando pedimos a Dios que nos enseñe a hacer Su voluntad, estamos reconociendo que no podemos confiar en nuestra propia sabiduría o entendimiento limitado. Estamos depositando nuestra confianza en Aquel que es sabio y omnisciente. Al hacerlo, nos abrimos a las posibilidades y oportunidades que solo Dios puede ofrecer.

Al buscar la voluntad de Dios, es esencial estar dispuestos a escuchar y obedecer. No basta con solo pedirle a Dios que nos enseñe, sino que debemos estar dispuestos a actuar según lo que Él nos revele. La obediencia a Dios nos lleva por el camino de la rectitud y nos aleja de los caminos de pecado y desviación.

En nuestra vida diaria, podemos aplicar este versículo de muchas maneras. En nuestras decisiones laborales, en nuestras relaciones personales y en todas las áreas de nuestra existencia, debemos buscar la dirección de Dios. Él nos conoce mejor que nadie y tiene un plan perfecto para nuestras vidas.

Cuando enfrentemos decisiones difíciles, podemos recordar las palabras del salmista y orar: «Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud» (Salmo 143:10, Reina Valera). Al hacerlo, abrimos nuestras vidas a la dirección divina y nos sometemos a la voluntad de Dios.

En conclusión, el Salmo 143:10 es un recordatorio poderoso de buscar la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Al pedirle a Dios que nos enseñe a hacer Su voluntad, reconocemos nuestra dependencia de Él y nos abrimos a la dirección divina. Es en Su voluntad donde encontramos propósito, paz y plenitud. Así que, en medio de las decisiones difíciles, recordemos orar: «Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud» (Salmo 143:10, Reina Valera). Que estas palabras nos inspiren y nos impulsen a buscar la voluntad perfecta de Dios en todo momento. Amén.

Salmo 143:10: «Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud» (Reina Valera).