Lo Que Dios Unió: Un Versículo Inspirador para Todos
Hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles acerca de un versículo que nos recuerda una verdad fundamental en nuestra fe y en nuestras relaciones: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6, versión Reina Valera).
Muchas veces, en medio de los desafíos y dificultades de la vida, olvidamos la importancia de este principio divino. Nos dejamos llevar por nuestras emociones y circunstancias, y terminamos separando lo que Dios ha unido. Pero es momento de recordar y vivir conforme a este versículo tan poderoso.
Cuando Jesús pronunció estas palabras, estaba hablando acerca del matrimonio. Él estaba enseñando a sus discípulos acerca de la importancia de la unión matrimonial y cómo Dios la ve. En un mundo donde el divorcio y la separación son comunes, estas palabras de Jesús nos llaman a reflexionar y cambiar nuestra mentalidad.
El matrimonio es una institución sagrada establecida por Dios desde el principio de la creación. Es un vínculo solemne y sagrado entre un hombre y una mujer, diseñado para ser duradero y reflejar el amor y la unidad de Cristo y su iglesia. Dios nos une en matrimonio con un propósito divino y es nuestra responsabilidad mantener esa unión.
Pero no solo se aplica al matrimonio, este versículo tiene un significado más amplio. También se refiere a nuestras relaciones familiares, nuestras amistades y nuestras relaciones con nuestros hermanos y hermanas en la fe. Dios nos llama a mantener la unidad y evitar la separación en todas estas áreas de nuestra vida.
Es importante entender que esta enseñanza no significa que debamos permanecer en relaciones abusivas o tóxicas. Dios no desea que suframos o que vivamos en situaciones dañinas. Si estamos en una relación que va en contra de Su voluntad y que nos hace daño, debemos buscar sabiduría y guía para tomar decisiones saludables y seguras.
Sin embargo, en muchas ocasiones, nos separamos de personas y situaciones simplemente porque nos resulta incómodo o difícil. Nos olvidamos de que Dios puede trabajar en medio de nuestras dificultades y conflictos, y que nuestra obediencia y perseverancia pueden llevar a la restauración y reconciliación.
La Biblia nos enseña que debemos esforzarnos por vivir en paz con todos (Romanos 12:18). Esto implica que debemos buscar la unidad, el perdón y la reconciliación en nuestras relaciones. No debemos dejar que nuestras diferencias y desacuerdos nos separen, sino que debemos buscar la sabiduría y la guía de Dios para superarlos.
Además, este versículo nos recuerda que Dios es el autor y sustentador de nuestras relaciones. Él es quien nos une y fortalece. Cuando enfrentamos desafíos en nuestras relaciones, debemos buscar a Dios en oración y pedirle sabiduría, paciencia y amor para enfrentar esos desafíos. Confíen en que Él puede obrar en cada situación y restaurar lo que parecía perdido.
Hermanos y hermanas, vivamos de acuerdo a este versículo tan poderoso: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6, versión Reina Valera). Busquemos la unidad en nuestras relaciones, mantengamos la fe y la esperanza en medio de las dificultades y confiemos en el poder de Dios para restaurar y sanar.
Recordemos que Dios nos llama a amar y perdonar, a ser pacificadores y a buscar la unidad en todas nuestras relaciones. No permitamos que el egoísmo o el orgullo nos separen de aquellos a quienes Dios nos ha unido. Sigamos el ejemplo de Cristo, quien dio su vida por nosotros, y vivamos en obediencia a Su palabra.
En conclusión, el versículo «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» es un recordatorio poderoso de la importancia de mantener la unidad y evitar la separación en nuestras relaciones. Dios nos ha unido con un propósito divino y es nuestra responsabilidad cuidar y fortalecer esos vínculos. Busquemos la sabiduría y la guía de Dios en cada situación, confiando en Su poder para restaurar y sanar. Que este versículo sea nuestro faro en medio de cualquier dificultad o desafío que enfrentemos. ¡Que Dios los bendiga y les conceda la gracia de vivir según Su voluntad!
Lo Que Dios Unió, no lo separe el hombre. Lo Que Dios Unió, no lo separe el hombre. Lo Que Dios Unió, no lo separe el hombre.