Texto Bíblico: Mi pueblo perece por falta de conocimiento.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una verdad impactante que se encuentra en la Palabra de Dios. En el libro de Oseas, capítulo 4, verso 6, leemos: «Mi pueblo perece por falta de conocimiento.» Esta advertencia divina es un llamado urgente a despertar espiritualmente y buscar el conocimiento de Dios.
Vivimos en un mundo donde la información está al alcance de nuestras manos. La tecnología nos proporciona acceso instantáneo a una cantidad infinita de datos. Sin embargo, a pesar de tener tanta información a nuestra disposición, muchas veces carecemos de verdadero conocimiento. ¿Qué tipo de conocimiento es el que nos hace falta? El conocimiento de Dios y de su Palabra.
En nuestro afán por buscar conocimiento en diversas áreas de la vida, a menudo dejamos de lado lo más importante: conocer a nuestro Creador. No podemos permitir que esto suceda en nuestras vidas ni en nuestras iglesias. Dios nos llama a buscar su conocimiento, a profundizar en su Palabra y a tener una relación íntima con él.
El conocimiento de Dios no es simplemente acumular datos sobre él, sino tener una experiencia personal con él. Es conocer su carácter, entender su voluntad y vivir de acuerdo a sus mandamientos. Es a través de este conocimiento que encontraremos verdadera sabiduría y dirección para nuestras vidas.
Es triste ver cómo muchas personas se pierden en un mar de información sin rumbo ni propósito. El conocimiento humano, por más valioso que pueda ser, no puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro corazón. Solo el conocimiento de Dios puede llenar ese vacío en nuestras vidas y llevarnos a una relación transformadora con él.
Como ministros de la Palabra de Dios, tenemos la responsabilidad de enseñar y predicar el conocimiento de Dios a nuestro pueblo. Debemos recordar que nuestro llamado no es solo transmitir información, sino guiar a otros a tener un encuentro personal con el Dios vivo. Debemos ser portadores de la luz y la verdad, para que aquellos que nos escuchan puedan encontrar la vida abundante que solo se encuentra en Cristo.
Hermanos y hermanas, el conocimiento de Dios es esencial para la vida cristiana. No podemos permitirnos ser un pueblo que perece por falta de conocimiento. Debemos buscar a Dios con todo nuestro corazón, estudiar su Palabra diligentemente y vivir según sus enseñanzas. Solo a través de este conocimiento podremos experimentar la plenitud de su amor y vivir vidas transformadas por su gracia.
En este momento, quiero animarles a tomar un tiempo diario para buscar el conocimiento de Dios. Dediquen tiempo a la lectura de la Biblia, a la oración y a la meditación en su Palabra. Busquen la guía del Espíritu Santo y permitan que él les revele la profundidad del conocimiento de Dios.
Recordemos siempre las palabras de Oseas: «Mi pueblo perece por falta de conocimiento.» No permitamos que esto sea una realidad en nuestras vidas ni en nuestras iglesias. Busquemos a Dios de todo corazón y permitamos que él nos guíe en todo momento.
Que el conocimiento de Dios sea nuestra pasión y nuestra prioridad. Que nuestro pueblo sea conocido por su amor y fidelidad a Dios. Que el mundo vea en nosotros una luz brillante que les muestre el camino hacia la verdad y la vida eterna.
Texto Bíblico: Mi pueblo perece por falta de conocimiento.
En el nombre de Jesús,
Amen.