Jesús Cura A Un Ciego De Nacimiento Cita Bíblica
Jesús Cura A Un Ciego De Nacimiento Cita Bíblica
Jesús Cura A Un Ciego De Nacimiento Cita Bíblica
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre una poderosa historia de sanación y transformación que se encuentra en las sagradas escrituras: Jesús cura a un ciego de nacimiento.
En el Evangelio según Juan, capítulo 9, encontramos este relato asombroso que nos muestra el poder y el amor incondicional de nuestro Señor Jesucristo. La historia comienza con Jesús y sus discípulos caminando por la ciudad de Jerusalén. En su camino, se encuentran con un hombre ciego de nacimiento, quien ha vivido en la oscuridad toda su vida.
Imaginemos por un momento la realidad de este hombre. Nunca ha visto la luz del sol, los colores vibrantes de la naturaleza o los rostros de sus seres queridos. Su vida ha estado repleta de limitaciones y dificultades, pero en ese momento, todo está a punto de cambiar.
Los discípulos, al ver al ciego, le preguntan a Jesús: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” (Juan 9:2). Jesús les responde que no es por causa del pecado de nadie, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. ¡Qué enseñanza tan poderosa! A veces, enfrentamos pruebas y circunstancias difíciles para que la gloria de Dios se revele en nuestras vidas.
Jesús, lleno de compasión, se acerca al ciego y realiza un acto milagroso. “Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado)” (Juan 9:6-7). Sin dudar, el hombre obedece y va a lavarse. ¡Y sucedió el milagro! Al lavarse los ojos, el ciego recobra la vista por primera vez en su vida.
Imagina el asombro y la alegría que debió sentir este hombre al ver el mundo a su alrededor por primera vez. Los colores, los rostros, la belleza de la creación. Una nueva vida comenzó para él en ese momento, una vida llena de asombro y gratitud por el poder de Dios manifestado a través de Jesús.
Sin embargo, este milagro no fue recibido con júbilo por todos. Algunos fariseos, en lugar de regocijarse por la sanación del hombre, comenzaron a cuestionar y dudar de la autoridad de Jesús. Pero el hombre sanado, firme en su testimonio, les respondió: “Si es pecador o no, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” (Juan 9:25). ¡Qué valentía y fe!
Hermanos y hermanas, esta historia nos enseña varias lecciones importantes. En primer lugar, Jesús es el único que puede sanar nuestras cegueras espirituales. Todos somos como aquel ciego de nacimiento, atrapados en la oscuridad del pecado y la separación de Dios. Pero Jesús, con su amor inmenso, nos ofrece la oportunidad de ver la verdad y la vida en plenitud.
En segundo lugar, esta historia nos muestra que el poder de la sanación divina trasciende cualquier razonamiento humano. El ciego fue sanado de una manera inusual, con lodo y saliva, algo que para muchos podría parecer extraño o incluso repugnante. Pero eso es precisamente lo que nos enseña: la sabiduría de Dios es superior a la sabiduría humana y sus caminos son más altos que los nuestros.
Finalmente, esta historia nos desafía a ser valientes en nuestra fe y testimonio. Cuando el hombre sanado se enfrentó a la incredulidad y la oposición de los fariseos, no vaciló en afirmar su experiencia y su encuentro con Jesús. Debemos seguir su ejemplo y proclamar la verdad con valentía, sin importar las críticas o los obstáculos que podamos enfrentar.
Hermanos y hermanas, Jesús cura a un ciego de nacimiento. Esta cita bíblica es un recordatorio de la gracia y el poder de nuestro Salvador. Que esta historia nos inspire a buscar la sanación y la transformación que solo Él puede proporcionar. Que nos anime a confiar en su sabiduría y a ser valientes en nuestra fe. Y que nunca olvidemos proclamar la verdad y el amor de Jesucristo a aquellos que nos rodean.
Que Dios los bendiga abundantemente. Amén.
Jesús Cura A Un Ciego De Nacimiento Cita Bíblica