Cita Bíblica del Paralítico de Betesda: Juan 5:1-9
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre una de las citas bíblicas más poderosas y conmovedoras: la historia del paralítico de Betesda. Esta historia nos muestra cómo la fe y la misericordia de Jesús pueden transformar nuestras vidas de una manera asombrosa.
En Juan 5:1-9, encontramos el relato de un hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años. Este hombre vivía en Betesda, cerca de la Puerta de las Ovejas, y esperaba ansiosamente el movimiento del agua en la piscina, ya que se creía que un ángel descendía y la agitaba, y aquel que era el primero en entrar en el agua después de eso, quedaba sano de cualquier enfermedad que padeciera.
Pero este hombre había perdido toda esperanza. Durante tantos años, había intentado en vano sumergirse en el agua sanadora, pero otros siempre se adelantaban y él quedaba atrás, sin poder moverse y sin encontrar cura para su enfermedad. Sin embargo, su vida cambiaría para siempre cuando Jesús se acercó a él.
Imagínense la sorpresa y la alegría que este hombre debió haber sentido cuando Jesús se dirigió a él y le preguntó: “¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6). Jesús conocía su situación, pero quería que el hombre confirmara su deseo de ser sanado. Y aquí vemos la importancia de nuestra respuesta a la pregunta de Jesús en nuestras vidas. ¿Realmente queremos ser sanados? ¿Estamos dispuestos a dejar atrás nuestras limitaciones y caminar en la libertad que Cristo nos ofrece?
El paralítico respondió a Jesús, diciendo: “Señor, no tengo hombre que cuando el agua es agitada me meta en la piscina; mas entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo” (Juan 5:7). Pero Jesús no se desanimó por la respuesta del hombre. En lugar de eso, le dijo: “Levántate, toma tu lecho y anda” (Juan 5:8).
En ese preciso momento, el hombre fue sanado. Su cuerpo, que había estado paralizado durante tanto tiempo, fue restaurado y pudo caminar nuevamente. ¡Qué asombroso milagro! Jesús no solo sanó al paralítico físicamente, sino que también le dio una nueva esperanza y una nueva vida.
Como cristianos, esta historia nos enseña muchas lecciones valiosas. En primer lugar, nos muestra la importancia de la fe en Jesús. Aunque el hombre había perdido la esperanza y se sentía impotente, su fe en Jesús lo impulsó a responder a la pregunta del Salvador. Tenemos que recordar que, incluso en medio de nuestras circunstancias más difíciles, Jesús está dispuesto a sanarnos y transformarnos si confiamos en Él y le damos el primer lugar en nuestra vida.
Además, esta historia nos recuerda la misericordia y el amor incondicional de Jesús. A pesar de que el paralítico no pudo alcanzar la piscina por sí mismo, Jesús se acercó a él y lo sanó. Del mismo modo, Jesús se acerca a nosotros en nuestras debilidades y nos ofrece su amor y gracia. No importa cuán desesperada sea nuestra situación, Jesús siempre está dispuesto a extender su mano y sanarnos.
Hermanos y hermanas, el Paralítico de Betesda nos muestra que no importa cuánto tiempo hayamos estado luchando con una enfermedad o una dificultad en nuestras vidas, Jesús tiene el poder de sanarnos. No importa cuán imposible parezca nuestra situación, Jesús es el Dios de los milagros y siempre está dispuesto a hacer lo imposible posible.
En conclusión, la Cita Bíblica del Paralítico de Betesda es una historia de fe, esperanza y sanidad. Nos enseña que Jesús está cerca, dispuesto a sanarnos y transformarnos si confiamos en Él y le damos el primer lugar en nuestra vida. No importa cuán desesperada sea nuestra situación, Jesús siempre está dispuesto a extender su mano y sanarnos. Que esta historia nos inspire a buscar a Jesús con todo nuestro corazón y a confiar en su poder para cambiar nuestras vidas.
Cita Bíblica del Paralítico de Betesda: Juan 5:1-9
¡Hermanos y hermanas, confiemos en Jesús y experimentemos su poder transformador en nuestras vidas! Cita Bíblica del Paralítico de Betesda.