Salmo 139:15-16 (Reina Valera)
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes la maravillosa promesa que encontramos en el Salmo 139:15-16. Estos versículos nos recuerdan la increíble obra de Dios en la creación y en nuestras vidas. Permítanme llevarlos a través de un viaje de reflexión y alabanza a nuestro Creador.
En el Salmo 139:15, el salmista nos dice: «No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra». Qué hermosa declaración de la intimidad y el cuidado de Dios. Él nos conoce desde antes de nuestro nacimiento, incluso cuando estábamos en el vientre de nuestra madre. Cada uno de nosotros fue formado cuidadosamente por las manos del Altísimo. No hay detalle de nuestra existencia que se le escape a Dios. Él nos conoce íntimamente y nos ama profundamente.
Amados hermanos y hermanas, esta verdad es tan asombrosa que debería llenarnos de gratitud y asombro. Imaginen el amor y la dedicación que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. No somos simples accidentes o productos fortuitos del azar. Somos creaciones divinas, diseñadas con un propósito y un plan específico. Dios nos formó con cuidado y precisión, y nos dotó de dones y talentos únicos. Somos valiosos a sus ojos y debemos recordarlo siempre.
En el versículo 16, el salmista continúa diciendo: «Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas». ¡Qué increíble verdad! Antes de que nuestras vidas tomaran forma visible, Dios ya las había visto en su totalidad. Él conocía cada detalle y cada momento de nuestra existencia antes incluso de que sucediera. Nuestro Creador tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros, y todas las cosas que nos suceden están escritas en su libro divino.
Hermanos y hermanas, esto nos da una gran esperanza y consuelo. No importa lo que estemos enfrentando en este momento, debemos recordar que Dios ya lo sabía. Él tiene un propósito y un plan para cada desafío y dificultad que encontramos en nuestro camino. Si confiamos en él y buscamos su voluntad, nos guiará y nos sostendrá en todo momento. No hay nada que escape de su conocimiento y su cuidado.
En conclusión, el Salmo 139:15-16 nos recuerda la maravillosa obra de Dios en la creación y en nuestras vidas. Él nos formó con cuidado y precisión, y nos conoce íntimamente. No somos accidentes, sino creaciones divinas con un propósito y un plan específico. Dios ya conocía cada detalle de nuestra existencia antes de que sucediera, y todas las cosas están escritas en su libro divino. Qué gran consuelo y esperanza esto nos brinda.
Hermanos y hermanas, recordemos siempre el amor y el cuidado de Dios por nosotros. No importa cuáles sean nuestras circunstancias, podemos confiar en que él tiene un plan perfecto para nuestras vidas. Busquemos su voluntad y sigamos sus caminos, sabiendo que él nos guiará y nos sostendrá en todo momento.
Salmo 139:15-16 (Reina Valera)
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
Que estas palabras del salmista nos inspiren a confiar en Dios y a vivir nuestras vidas según su voluntad perfecta. Amén.
Salmo 139:15-16 (Reina Valera)
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.