Cita Bíblica: Jesús resucita a la hija de Jairo
En la Biblia, encontramos muchas historias maravillosas que nos inspiran y nos enseñan importantes lecciones de vida. Una de estas historias es la que narra cómo Jesús resucitó a la hija de Jairo. Esta historia nos muestra el poder y la compasión de nuestro Señor, y cómo su amor puede transformar incluso las situaciones más desesperadas.
En el Evangelio de Marcos, capítulo 5, versículos 22 al 24, se relata la historia de Jairo, un importante líder de la sinagoga. Jairo estaba angustiado porque su hija de doce años estaba gravemente enferma y se estaba muriendo. En su desesperación, Jairo buscó a Jesús y le suplicó que fuera a su casa para sanar a su hija. Jesús, movido por la fe de Jairo, accedió a acompañarlo.
Mientras Jesús se dirigía a la casa de Jairo, una multitud se agolpaba a su alrededor. En medio de la multitud, una mujer que había sufrido de una hemorragia durante doce años, se acercó a Jesús con la esperanza de ser sanada. Ella creía que si tan solo tocaba el manto de Jesús, sería sanada. Y así fue, al tocar el manto de Jesús, la mujer fue sanada instantáneamente.
En ese momento, Jesús se detuvo y preguntó quién lo había tocado. La mujer, temerosa y temblando, se acercó y confesó lo que había hecho. Jesús, lleno de amor y comprensión, le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz, y queda sana de tu azote” (Marcos 5:34). Este encuentro demuestra la importancia de la fe y cómo Jesús está dispuesto a sanar y restaurar a aquellos que confían en Él.
Mientras Jesús hablaba con la mujer, llegaron noticias a Jairo de que su hija había fallecido. Los que estaban con Jairo le aconsejaron que ya no molestara a Jesús, pero Jairo, aferrado a la esperanza, animó a Jesús a seguir adelante. Jesús, sin dudarlo, dijo a Jairo: “No temas, cree solamente” (Marcos 5:36).
Al llegar a la casa de Jairo, Jesús encontró a un grupo de personas llorando y lamentándose por la muerte de la niña. Él les dijo: “¿Por qué hacéis alboroto y lloráis? La niña no está muerta, sino que duerme” (Marcos 5:39). La gente se burló de Él, pero Jesús los hizo salir de la casa y entró junto con los padres de la niña y sus discípulos.
Jesús se acercó a la niña y le dijo: “¡Talita cumi!”, que significa “¡Niña, a ti te digo, levántate!” (Marcos 5:41). En ese instante, la niña se levantó y comenzó a caminar. Todos los presentes quedaron asombrados y llenos de alegría al presenciar este milagro.
Esta historia nos enseña que no importa cuán desesperada sea nuestra situación, siempre podemos confiar en Jesús. Él tiene el poder de sanar nuestras enfermedades, restaurar nuestras vidas y resucitar nuestras esperanzas. Jesús no solo tiene poder sobre la vida y la muerte, sino que también es capaz de transformar nuestras situaciones más difíciles.
A través de la historia de Jairo y su hija, vemos que Jesús es un Dios de esperanza y restauración. Él nos invita a tener fe en Él y a confiar en su poder. No importa cuán imposible parezca nuestra situación, Jesús puede obrar milagros en nuestras vidas.
Así que, como Jairo, animémonos a buscar a Jesús en medio de nuestras dificultades. Él está dispuesto a escuchar nuestras suplicas y a obrar en nuestro favor. Podemos confiar en que Jesús tiene el poder de resucitar nuestras esperanzas y de sanar nuestras vidas.
En conclusión, la historia de cómo Jesús resucitó a la hija de Jairo nos recuerda el amor y el poder de nuestro Señor. Nos enseña que, a pesar de las circunstancias más difíciles, debemos aferrarnos a la fe y confiar en Jesús. Él es capaz de obrar milagros en nuestras vidas y restaurar lo que creíamos perdido. Así que, busquemos a Jesús en medio de nuestras dificultades y confiemos en que Él tiene el poder de resucitar nuestras esperanzas y sanar nuestras vidas.
Cita Bíblica: Jesús resucita a la hija de Jairo.
Cita Bíblica: Jesús resucita a la hija de Jairo.