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Milagroso relato: Cita Bíblica La Mujer De Flujo De Sangre


Cita Bíblica: La Mujer de Flujo de Sangre

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una historia conmovedora y poderosa que se encuentra en la Palabra de Dios. Esta historia es sobre una mujer valiente y perseverante que sufrió durante muchos años, pero cuya fe la llevó a recibir una increíble bendición de nuestro Señor Jesucristo. Esta historia se encuentra en la Cita Bíblica: La Mujer de Flujo de Sangre.

En el libro de Mateo, capítulo 9, versículo 20, leemos sobre esta mujer: «Y he aquí, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto». Esta mujer había estado sufriendo durante mucho tiempo debido a su enfermedad, pero sabía que si tan solo pudiera tocar el manto de Jesús, sería sanada.

Imagínense el coraje y la fe que esta mujer debió tener para acercarse a Jesús en medio de la multitud. Seguramente estaba llena de vergüenza y temor, pero su desesperación por encontrar la sanidad la impulsó a seguir adelante. Ella sabía que Jesús tenía el poder de sanarla, y confiaba plenamente en que Él podía hacerlo.

Cuando esta mujer tocó el manto de Jesús, algo asombroso ocurrió. En el versículo 21, leemos: «Porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva». Y así fue, al instante, su flujo de sangre se detuvo y ella fue sanada al instante. Jesús, sintiendo el poder que había salido de Él, se volvió y le dijo: «Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado» (Mateo 9:22).

Hermanos y hermanas, esta historia nos enseña una lección invaluable sobre la importancia de la fe y la perseverancia. A través de la fe de esta mujer, ella recibió la sanidad que tanto anhelaba. Su determinación y confianza en Jesús la llevaron a recibir una bendición que cambió su vida por completo.

En nuestras propias vidas, también podemos enfrentar desafíos y dificultades. Podemos sentirnos como si estuviéramos en medio de una multitud, luchando solos contra nuestras aflicciones. Pero al igual que esta valiente mujer, debemos recordar que Jesús tiene el poder de sanar y restaurar.

No importa cuánto tiempo hayamos estado sufriendo, cuántas veces hayamos sido rechazados o cuánto miedo tengamos. Si tan solo nos acercamos a Jesús con fe, Él puede cambiar nuestra situación en un abrir y cerrar de ojos. Él puede sanar nuestras heridas más profundas y traer la paz a nuestras vidas.

Hermanos y hermanas, les animo a que, al igual que esta mujer, no se rindan ante las pruebas y tribulaciones. Mantengan viva su fe y confíen en el poder de Jesús. Él está dispuesto a sanar y restaurar a aquellos que se acercan a Él con humildad y fe.

Recordemos siempre la Cita Bíblica: La Mujer de Flujo de Sangre y la increíble sanidad que recibió. Que su historia nos inspire a perseverar en nuestra fe, a confiar en Jesús en medio de nuestras luchas y a buscar su sanidad en todas las áreas de nuestras vidas.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre la historia de la Mujer de Flujo de Sangre y su fe inquebrantable. Aprendamos de su valentía y determinación, y acerquémonos a Jesús con la misma confianza en su poder sanador. Que la Cita Bíblica: La Mujer de Flujo de Sangre sea un recordatorio constante de la fe que debemos tener en nuestro Salvador. Amén.

Cita Bíblica: La Mujer de Flujo de Sangre.