Texto Para Ofrendas Y Diezmos: Una Bendición para Tu Vida Financiera
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero hablarles sobre un tema que es esencial en nuestra vida como creyentes: las ofrendas y los diezmos. A veces, podemos sentir cierta resistencia cuando se trata de hablar de nuestras finanzas, pero debemos entender que Dios tiene un propósito específico al hablarnos sobre este tema en Su Palabra. Así que, permítanme compartirles algunas reflexiones y promesas de Dios en relación a las ofrendas y los diezmos.
En primer lugar, es importante reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios. En el Salmo 24:1 leemos: «Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y los que en él habitan.» Esto significa que Dios es el dueño de todo y nosotros somos simplemente administradores de lo que Él nos ha dado. Por lo tanto, cuando ofrendamos y diezmamos, estamos reconociendo la soberanía de Dios sobre nuestras vidas y nuestras finanzas.
Además, la Biblia nos enseña que cuando ofrendamos y diezmamos, estamos sembrando en el Reino de Dios. En 2 Corintios 9:6 leemos: «Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.» Cuando damos de manera generosa y desinteresada, Dios promete bendecirnos abundantemente. No se trata de dar para recibir, sino de confiar en la fidelidad de Dios y en Su provisión para nuestras vidas.
Una de las promesas más hermosas que encontramos en la Biblia en relación a las ofrendas y los diezmos se encuentra en Malaquías 3:10, donde Dios nos reta a ponerlo a prueba. Él dice: «Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.» Esta es una invitación directa de Dios para confiar en Él y experimentar Su fidelidad en nuestras finanzas. Cuando obedecemos y damos lo que Dios nos pide, Él promete bendecirnos abundantemente.
Hermanos y hermanas, debemos comprender que las ofrendas y los diezmos no son simplemente una obligación religiosa, sino una oportunidad para expresar nuestra gratitud y amor a Dios. En 2 Corintios 9:7 leemos: «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.» Dios no quiere que demos de manera forzada o por obligación, sino con alegría y gratitud en nuestros corazones.
Además, las ofrendas y los diezmos nos permiten participar en la obra de Dios en la tierra. Cuando damos, estamos contribuyendo a la expansión del Reino de Dios, apoyando a misioneros, pastores y ministros que comparten el mensaje de salvación. Nuestros recursos son una herramienta en las manos de Dios para alcanzar a aquellos que aún no conocen a Jesús. Por lo tanto, cuando ofrendamos y diezmamos, estamos siendo co-laboradores de Dios en Su obra redentora.
En conclusión, queridos hermanos y hermanas, las ofrendas y los diezmos son una bendición para nuestra vida financiera. Al reconocer la soberanía de Dios sobre nuestras finanzas, sembrar en el Reino de Dios, poner a prueba la fidelidad de Dios y expresar nuestra gratitud y amor a Él, experimentaremos Su provisión y bendición en abundancia. Que cada uno de nosotros sea fiel en dar y confiar en la promesa de Dios de abrir las ventanas de los cielos y derramar bendición sobre nosotros.
Texto Para Ofrendas Y Diezmos
Hermanos y hermanas, les animo a que pongan en práctica lo que hemos reflexionado hoy. No permitan que el temor o la duda les impida experimentar la fidelidad y provisión de Dios en sus finanzas. Obedezcan a Dios, ofrenden y diezmen con alegría y gratitud, confiando en que Él cumplirá Su promesa de bendición. Recuerden que las ofrendas y los diezmos no solo nos bendicen a nosotros, sino que también contribuyen a la expansión del Reino de Dios en la tierra.
Texto Para Ofrendas Y Diezmos
Que el Señor bendiga abundantemente sus vidas y sus finanzas. Que Él les dé sabiduría y discernimiento para administrar los recursos que les ha confiado. Y que cada ofrenda y diezmo sembrado en el Reino de Dios produzca fruto abundante para Su gloria. ¡Que vivamos como mayordomos fieles y generosos de lo que Él nos ha dado!
Texto Para Ofrendas Y Diezmos