Salmos 34:17: «Clamaron los justos, y Jehová oyó, y los libró de todas sus angustias.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una verdad poderosa y reconfortante que se encuentra en Salmos 34:17. Este versículo nos revela el inmenso amor y cuidado que nuestro Dios tiene por aquellos que son justos y fieles a Él.
El Salmo 34 es un himno de alabanza y gratitud al Señor por Su bondad y protección. En medio de las dificultades y angustias de la vida, el salmista nos recuerda que Dios está atento a nuestras oraciones y que Él tiene el poder de liberarnos de todas nuestras aflicciones. En este versículo en particular, se enfatiza cómo los justos claman a Dios y Él no solo los escucha, sino que también los libra de todas sus angustias.
¿Qué significa ser justo ante los ojos de Dios? Ser justo implica vivir de acuerdo con los mandamientos divinos, buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas y tratar de agradarle en todo momento. Los justos no son perfectos, pero tienen un corazón dispuesto a obedecer a Dios y confiar en Su guía. Cuando enfrentamos situaciones difíciles, cuando nuestras fuerzas flaquean y nuestros corazones están llenos de preocupación, podemos recurrir al Señor y clamar a Él con fe.
La promesa contenida en Salmos 34:17 es que Dios oye nuestros clamores y nos libra de todas nuestras angustias. Esto significa que no estamos solos en nuestras luchas y tribulaciones. Tenemos un Dios compasivo y misericordioso que se preocupa por cada detalle de nuestras vidas. Él está listo para intervenir y extendernos Su mano poderosa.
A veces, puede parecer que nuestras oraciones no son contestadas o que Dios está lejos de nosotros. Sin embargo, Salmos 34:17 nos asegura que no importa cuán desesperada sea nuestra situación, Dios siempre está cerca y está escuchando. Él conoce nuestras necesidades antes de que las expresemos y está listo para actuar en nuestro favor. Nuestro papel es confiar en Él, creyendo que Él tiene el poder para liberarnos y proveer en todas nuestras circunstancias.
Queridos hermanos y hermanas, ¿qué angustias te están agobiando hoy? ¿Cuáles son las cargas que pesan sobre tu corazón? Te animo a que te acerques a Dios en oración, clamando a Él con sinceridad y fe. Él promete escucharte y liberarte de todas tus angustias. No importa cuán grandes sean tus problemas, nada es imposible para nuestro Dios.
En el libro de Mateo, Jesús nos dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11:28). Él es nuestro refugio en tiempos de dificultad y nuestra fortaleza en medio de la tormenta. Nuestro Salvador nos anima a acudir a Él en busca de consuelo y descanso. Confía en que Él escucha tus clamores y está listo para liberarte de todas tus aflicciones.
Queridos hermanos y hermanas, no importa cuán oscuro sea tu camino en este momento, no pierdas la esperanza. Dios está contigo y Él te librará de todas tus angustias. Confía en Su amor y en Su fidelidad. Él es un Dios que siempre cumple Sus promesas.
Así que, hoy, te animo a que te aferres a la verdad contenida en Salmos 34:17. Clama a Dios con fe, sabiendo que Él te oirá y te librará de todas tus angustias. Recuerda que eres amado y cuidado por un Dios poderoso que siempre está dispuesto a extender Su mano de ayuda.
Que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarde vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. Amén.
Salmos 34:17: «Clamaron los justos, y Jehová oyó, y los libró de todas sus angustias.»