Salmo 97:10 – “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el Salmo 97:10. Esta escritura nos habla de la importancia de amar a Dios y aborrecer el mal. Nos enseña que aquellos que aman a Jehová son cuidados y protegidos por Él, y que Él los libra de las manos de los impíos.
En este mundo lleno de maldad y tentaciones, es fundamental que mantengamos nuestros corazones y mentes firmes en el amor y temor a Dios. Debemos recordar que somos llamados a ser santos, separados del pecado y consagrados a Él. Nuestra relación con Dios debe ser la prioridad en nuestra vida, y esto implica amarlo con todo nuestro ser.
Amar a Dios implica obedecer Su Palabra y seguir Su voluntad en todo momento. Significa vivir una vida de rectitud y justicia, alejándonos de todo lo que nos aleje de Él. No podemos amar a Dios y seguir amando el pecado al mismo tiempo. Como dice la escritura, debemos aborrecer el mal.
El mal nos rodea constantemente, tratando de seducirnos y alejarnos de la presencia de Dios. Sin embargo, cuando decidimos amar a Jehová y aborrecer el mal, Él nos guarda y protege de las garras del enemigo. Él libra nuestras almas de la influencia y el poder de los impíos.
No importa cuán grande sea la maldad que nos rodea, podemos confiar en que Dios es nuestro refugio y fortaleza. Él es nuestro defensor y protector. Cuando enfrentamos dificultades y pruebas, podemos descansar en la certeza de que Dios está a nuestro lado, librando nuestras almas de todo mal.
Queridos hermanos y hermanas, les animo a que mediten en esta poderosa verdad del Salmo 97:10. Reflexionen sobre la importancia de amar a Jehová y aborrecer el mal en sus vidas. Busquen a Dios de todo corazón y tomen la decisión de vivir una vida santa y consagrada a Él.
Recuerden que amar a Dios implica obedecer Su Palabra y seguir Su voluntad en todo momento. No permitan que el pecado y la maldad los alejen de Su presencia. Confíen en que Él los guardará y librará de las manos de los impíos.
En tiempos de dificultad, cuando el mal parece prevalecer, recuerden que Dios es más poderoso. Él tiene el control y está obrando en sus vidas. No teman, porque Él es el Dios todopoderoso, el que libra y salva.
Amar a Dios y aborrecer el mal es una elección diaria. Es un compromiso que debemos renovar constantemente. Permítanme recordarles una vez más la poderosa verdad del Salmo 97:10: “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”.
Que esta verdad resuene en sus corazones y los impulse a vivir una vida de amor y obediencia a Dios. Que Él sea su refugio en medio de las tormentas y su fortaleza en tiempos de debilidad. Amen a Dios con todo su ser y confíen en que Él los guardará y librará de todo mal.
Salmo 97:10 – “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”.