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Ofrenda generosa: Un versículo bíblico que inspira gratitud


Versículo Bíblico Para La Ofrenda

¡Saludos, hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes un mensaje inspirador acerca de la ofrenda y cómo podemos honrar a Dios con nuestro dar. La ofrenda es un acto de adoración y gratitud hacia nuestro Señor, y es una manera en la que podemos participar en la obra de Dios en la tierra.

Cuando pensamos en la ofrenda, es importante recordar que no se trata solo de dar una cantidad de dinero, sino que implica una actitud de generosidad y sacrificio. La Biblia nos enseña en 2 Corintios 9:7 que «cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre». Dios no quiere que demos de mala gana o por obligación, sino que lo hagamos con gozo y amor en nuestros corazones.

La ofrenda es una oportunidad para demostrar nuestra confianza en Dios como nuestro proveedor. Es un acto de fe en el que reconocemos que todo lo que tenemos viene de Él y que Él es fiel para suplir nuestras necesidades. En Proverbios 3:9-10 leemos: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto». Cuando honramos a Dios con nuestras ofrendas, Él promete bendecirnos abundantemente.

La ofrenda también es una manera de mostrar nuestro amor y gratitud hacia Dios. En 1 Crónicas 29:9, el rey David oró diciendo: «Ahora, pues, oh Jehová, Dios tuyo sea con tu pueblo Israel, para que siempre preserve tu corazón en ellos, y les enseñe el camino para que anden y hereden la tierra que diste a nuestros padres». David entendió que todo lo que tenía provenía de Dios, y quería asegurarse de que su pueblo también tuviera ese mismo corazón de gratitud.

Cuando damos nuestras ofrendas, también estamos invirtiendo en el Reino de Dios. Estamos ayudando a financiar la predicación del Evangelio, el apoyo a misioneros, la construcción de iglesias y otras obras de caridad. En Mateo 6:19-21, Jesús nos enseña: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón». Nuestras ofrendas son una inversión eterna que tiene un impacto duradero en el Reino de Dios.

Como cristianos, también debemos recordar que la ofrenda no se trata solo de dinero. Podemos ofrecer a Dios nuestro tiempo, talentos y recursos de diversas maneras. En Romanos 12:1, el apóstol Pablo nos exhorta: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional». Nuestra vida entera debe ser una ofrenda viva y agradable a Dios.

En resumen, la ofrenda es un acto de adoración, gratitud, confianza y amor hacia nuestro Dios. Es una oportunidad para invertir en el Reino de Dios y participar en Su obra en la tierra. Recordemos dar con gozo y generosidad, reconociendo que todo lo que tenemos viene de Él. Que nuestras ofrendas sean una expresión de nuestro compromiso y devoción a nuestro Señor.

Versículo Bíblico Para La Ofrenda: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto» (Proverbios 3:9-10).

Hermanos y hermanas, que este versículo nos inspire a dar nuestras ofrendas con alegría y gratitud hacia Dios. Que nuestras ofrendas sean una manera de honrar Su nombre y de invertir en Su Reino. Que Dios bendiga abundantemente cada acto de generosidad y que nuestras vidas sean una ofrenda viva y agradable a Él.

Versículo Bíblico Para La Ofrenda: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Mateo 6:19-21).

Que este versículo nos recuerde que nuestras ofrendas son una inversión eterna. Que nuestro tesoro esté en el cielo, donde nada puede corromperse ni ser robado. Que nuestra prioridad sea invertir en el Reino de Dios y en Su obra en la tierra.

Versículo Bíblico Para La Ofrenda: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional» (Romanos 12:1).

Que este versículo nos desafíe a ofrecer nuestras vidas como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Que nuestras ofrendas vayan más allá del dinero, incluyendo nuestro tiempo, talentos y recursos. Que todo lo que hagamos sea un acto de adoración y servicio a nuestro Señor.

En conclusión, la ofrenda es una oportunidad para demostrar nuestra gratitud, confianza y amor hacia Dios. Es una manera de invertir en el Reino de Dios y participar en Su obra en la tierra. Que nuestras ofrendas sean una expresión de nuestro compromiso y devoción a nuestro amado Señor.

Versículo Bíblico Para La Ofrenda: «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto» (Proverbios 3:9-10).

¡Que Dios les bendiga abundantemente en su generosidad y que nuestras ofrendas sean un aroma fragante y agradable a Su presencia! Amen.