Ofrenda Versiculo: Un Acto de Amor y Gratitud
La práctica de la ofrenda ha sido una parte fundamental de la vida de los creyentes desde tiempos bíblicos. Es un acto de amor y gratitud hacia Dios, una forma de reconocer que todo lo que tenemos proviene de Él y que estamos dispuestos a devolver una porción de nuestras bendiciones para Su obra y servicio.
En la Biblia, encontramos numerosos pasajes que nos hablan sobre la importancia de la ofrenda. En el libro de Proverbios 3:9-10, leemos: “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.” Estas palabras nos enseñan que cuando honramos a Dios con nuestras ofrendas, Él nos bendice abundantemente.
La ofrenda no solo es un acto de generosidad, sino también un medio para expresar nuestro amor y gratitud hacia Dios. En el Salmo 116:12, el salmista dice: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?” Esta pregunta nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos agradecer a Dios por todas las bendiciones que Él nos ha dado. La ofrenda es una respuesta tangible a esta pregunta, una manera de demostrar nuestro agradecimiento a través de acciones concretas.
Cuando ofrendamos, estamos sembrando en el Reino de Dios. En el evangelio de Lucas 6:38, Jesús nos dice: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Estas palabras nos enseñan que cuando damos generosamente, Dios nos bendice de manera abundante. Nuestra ofrenda es una semilla que Dios multiplica y nos devuelve en bendiciones y provisión.
La ofrenda también es un acto de fe. En el libro de Hebreos 11:6, leemos: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Al ofrendar, estamos demostrando nuestra confianza en Dios y en Su provisión. Estamos declarando nuestra fe en Él y en Su fidelidad para suplir todas nuestras necesidades.
Además, la ofrenda nos permite participar en la obra de Dios en la tierra. En el libro de Malaquías 3:10, Dios nos reta a ofrendar diciendo: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Al ofrendar, estamos contribuyendo al avance del Reino de Dios, permitiendo que Su obra se expanda y alcance a más personas.
La ofrenda también nos ayuda a tener una perspectiva correcta sobre nuestras posesiones y riquezas. En el libro de Mateo 6:19-21, Jesús nos dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Al ofrendar, estamos poniendo nuestras riquezas y posesiones en las manos de Dios, reconociendo que Él es nuestro verdadero tesoro y que nuestra verdadera riqueza se encuentra en el Reino de los cielos.
En conclusión, la ofrenda es un acto de amor y gratitud hacia Dios. Es una respuesta tangible a todas las bendiciones que Él nos ha dado. La ofrenda nos permite sembrar en el Reino de Dios, expresar nuestra fe y participar en Su obra en la tierra. Es también una forma de mantener una perspectiva correcta sobre nuestras posesiones y riquezas. Que podamos ser fieles en nuestra ofrenda, sabiendo que Dios nos bendecirá abundantemente y que Él suplirá todas nuestras necesidades según Su gloriosa riqueza en Cristo Jesús.
Ofrenda Versiculo, un acto de amor y gratitud hacia Dios. Recuerda que “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3:9-10). ¡Demos generosamente, sembremos en el Reino de Dios y experimentemos Sus bendiciones y provisión en nuestras vidas!