Conéctate Con Dios

¡Presencia divina! Salmo 46:9 revela el poderoso mensaje de Dios


Salmo 46:9 nos dice: «Venid, ved las obras de Jehová, que ha dejado asolamientos en la tierra.» Esta hermosa frase nos invita a reflexionar sobre el poder y la grandeza de nuestro Dios. Es un recordatorio de que debemos abrir nuestros ojos espirituales para contemplar las manifestaciones divinas a nuestro alrededor.

Cuando leemos este versículo, podemos imaginar una invitación que Dios nos hace para acercarnos a Él y contemplar Sus maravillas. Él nos llama a observar las obras que ha realizado en la tierra. Estas obras pueden ser tanto físicas como espirituales, y nos muestran el poder y la fidelidad de nuestro Dios.

En primer lugar, podemos admirar las maravillas de la creación. Dios ha dejado asolamientos en la tierra, es decir, ha traído desolación y destrucción a aquellos que se oponen a Su voluntad. Pero también ha traído restauración y renovación a aquellos que confían en Él. Cuando observamos el mundo que nos rodea, podemos ver la evidencia de Su poder y sabiduría en cada detalle. Desde la majestuosidad de las montañas hasta la perfección de una flor, todo nos habla de un Creador amoroso y poderoso.

Pero las obras de Dios no se limitan a la naturaleza. También podemos contemplar las obras espirituales que Él ha realizado en nuestras vidas y en la vida de aquellos que le siguen. Dios ha transformado corazones endurecidos, ha sanado heridas profundas y ha restaurado relaciones rotas. Él ha liberado a los cautivos y ha dado esperanza a los desesperados. Cada testimonio de Su poder y gracia es una obra que podemos observar y celebrar.

Sin embargo, para poder apreciar verdaderamente las obras de Dios, debemos estar dispuestos a abrir nuestros ojos y nuestros corazones. A menudo, nos encontramos atrapados en nuestra rutina diaria, enfocados en nuestras propias preocupaciones y problemas. Pero Dios nos invita a levantar la mirada y ver más allá de nuestras circunstancias. Él quiere que reconozcamos Su presencia y Su acción en nuestras vidas.

Cuando nos detenemos a contemplar las obras de Dios, también fortalecemos nuestra fe. Ver cómo Él ha intervenido en el pasado nos da la seguridad de que Él seguirá obrando en el presente y en el futuro. Nos recuerda que no estamos solos en nuestras luchas y dificultades, sino que contamos con un Dios todopoderoso que siempre está a nuestro lado.

Además, esta invitación a ver las obras de Dios nos desafía a ser testigos de Su amor y poder. Cuando contemplamos Su obra en nuestras vidas, no podemos quedarnos callados. Debemos compartir con otros lo que hemos visto y experimentado. Debemos animar a aquellos que están pasando por momentos difíciles a levantar la mirada y confiar en el Dios que ha dejado asolamientos en la tierra. Nuestra fe y testimonio pueden ser una fuente de esperanza y aliento para aquellos que necesitan escuchar la voz de Dios en medio de sus pruebas.

En conclusión, Salmo 46:9 nos invita a ver las obras de Dios, tanto en la creación como en nuestras vidas. Nos desafía a abrir nuestros ojos y nuestros corazones para contemplar Su poder y grandeza. Al hacerlo, fortalecemos nuestra fe, nos convertimos en testigos de Su amor y encontramos esperanza en medio de las dificultades. Que este versículo sea un recordatorio constante para nosotros de la importancia de estar atentos a las obras de Jehová.

Salmo 46:9 – «Venid, ved las obras de Jehová, que ha dejado asolamientos en la tierra.»