Primero Dios Después La Familia Y Luego La Iglesia Versículo
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero dirigirme a todos ustedes para recordarles la importancia de poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas, seguido por nuestra familia y luego por la iglesia. Esta es una enseñanza fundamental que encontramos en la Biblia y que nos muestra el orden correcto de nuestras prioridades.
En el libro de Mateo 6:33, Jesús nos dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Estas palabras de nuestro Señor nos enseñan que debemos buscar a Dios en primer lugar, anteponiendo su reino y su justicia por encima de cualquier otra cosa. Cuando hacemos esto, Dios se encarga de todas nuestras necesidades y añade todo lo que necesitamos en nuestras vidas.
En nuestra vida diaria, es fácil caer en la trampa de poner nuestras propias necesidades y deseos antes que las de Dios. Nos preocupamos por nuestra carrera, nuestras finanzas, nuestras relaciones y muchas otras cosas, olvidando que todo esto debe estar subordinado a la voluntad de Dios. Sin embargo, cuando le damos a Dios el primer lugar en nuestras vidas, experimentamos su provisión y su amor de una manera sobrenatural.
Después de buscar a Dios en primer lugar, es importante recordar el papel fundamental de la familia en nuestras vidas. La familia es una institución sagrada y un regalo de Dios para nosotros. En Efesios 5:22-25, leemos: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia… Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia”. Este pasaje nos enseña sobre el amor y el respeto que debemos tener dentro de nuestras familias. Debemos amar a nuestros cónyuges y criar a nuestros hijos en el temor y la admonición del Señor.
Finalmente, después de poner a Dios y a nuestra familia en primer lugar, debemos recordar la importancia de la iglesia. La iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra y es un lugar donde podemos adorar a Dios, crecer en nuestra fe y servir a los demás. En Hebreos 10:25, se nos exhorta a no dejar de congregarnos: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. La iglesia es un lugar de comunión y edificación mutua, donde podemos recibir aliento y apoyo de nuestros hermanos y hermanas en la fe.
Queridos hermanos y hermanas, recordemos siempre el orden correcto de nuestras prioridades: primero Dios, después la familia y luego la iglesia. Cuando ponemos a Dios en primer lugar, todo lo demás cae en su lugar. Nuestras familias serán bendecidas y nuestra iglesia crecerá en amor y unidad.
En resumen, pongamos a Dios en primer lugar en nuestras vidas, buscando su reino y su justicia. Honremos a nuestra familia, amándonos y respetándonos unos a otros. Y finalmente, seamos activos en nuestra iglesia, sirviendo y adorando juntos como cuerpo de Cristo.
Primero Dios, después la familia y luego la iglesia. Que esta sea nuestra guía y nuestro compromiso diario. Que Dios nos bendiga y nos ayude a vivir en este orden divino.
Primero Dios Después La Familia Y Luego La Iglesia Versículo.
Recuerda siempre el orden correcto de nuestras prioridades: primero Dios, después la familia y luego la iglesia.
Primero Dios Después La Familia Y Luego La Iglesia Versículo.