Salmos 34.4: «Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.»
Queridos hermanos y hermanas en la fe,
Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que se encuentra en el libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 34.4. Esta joya de la Palabra de Dios nos revela el poder y la fidelidad de nuestro amado Señor. En este versículo, el salmista proclama con gozo y gratitud que al buscar a Jehová, Él no solo lo escuchó, sino que también lo liberó de todos sus temores.
Vivimos en un mundo lleno de temores y preocupaciones. La ansiedad, el miedo y la incertidumbre pueden llegar a dominar nuestras vidas si permitimos que se adueñen de nuestros corazones. Sin embargo, Salmos 34.4 nos recuerda que tenemos un Dios que está atento a nuestras oraciones y dispuesto a librarnos de todo aquello que nos aflige.
Cuando el salmista declara haber buscado a Jehová, podemos imaginar la intensidad y dedicación con la que se acercó a Dios. No fue una búsqueda superficial o pasajera, sino un anhelo genuino y constante de estar en la presencia de Dios. Y como resultado de esa búsqueda, Dios respondió. Él escuchó al salmista y lo libró de todos sus temores.
Esta promesa no solo aplica al salmista en tiempos bíblicos, sino que también es relevante para nosotros hoy en día. Nuestro Padre celestial sigue siendo el mismo, ayer, hoy y por siempre. Si nos acercamos a Él con sinceridad y humildad, si buscamos su rostro en medio de nuestras luchas y tribulaciones, podemos estar seguros de que Él nos oirá y nos librará de nuestros temores.
Es importante destacar que la liberación de nuestros temores no significa que no enfrentaremos dificultades en la vida. Todos enfrentamos pruebas y aflicciones en algún momento u otro. Sin embargo, al buscar a Jehová, encontramos consuelo y fortaleza en medio de las adversidades. Él nos sostiene, nos guía y nos lleva de la mano a través de cada situación difícil.
Al reflexionar sobre Salmos 34.4, también debemos recordar que nuestra búsqueda de Dios debe ser constante y continua. No se trata solo de buscarlo en momentos de angustia, sino de buscarlo en cada aspecto de nuestras vidas. Él desea tener una relación íntima con nosotros y está dispuesto a escuchar nuestras oraciones en cualquier momento y en cualquier circunstancia.
Queridos hermanos y hermanas, hoy los animo a buscar a Jehová con todo su corazón. No importa cuáles sean las circunstancias que enfrenten en este momento, no importa cuán grandes sean sus temores, Dios está ahí para ustedes. Él es su refugio seguro, su fortaleza y su consuelo. Confíen en su poder y promesa contenida en Salmos 34.4.
En conclusión, Salmos 34.4 nos brinda una fuente de inspiración y esperanza. Al buscar a Jehová, podemos experimentar su respuesta y liberación de todos nuestros temores. No importa cuán oscuro sea el panorama, podemos confiar en que nuestro amado Padre celestial está siempre dispuesto a oírnos y a sostenernos en sus amorosos brazos.
Así que, queridos hermanos y hermanas, los exhorto a buscar a Jehová hoy y siempre. No se desanimen ni se desesperen, porque Él está con ustedes. Permitan que Salmos 34.4 sea un recordatorio constante de su amor, su poder y su fidelidad en sus vidas.
«Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.»
¡Que Dios los bendiga abundantemente!
Salmos 34.4