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Promesa divina: Salmos 89:34 revela el inquebrantable compromiso de Dios


Salmos 89:34 en la versión Reina Valera de la Biblia nos dice: «No olvidaré mi pacto, ni alteraré lo que ha salido de mis labios.» Estas poderosas palabras del Salmo 89 nos recuerdan el compromiso inquebrantable que Dios tiene con su pueblo y su fidelidad para cumplir sus promesas.

En un mundo lleno de incertidumbre y cambios constantes, es tranquilizador saber que hay algo en lo que siempre podemos confiar: la palabra de Dios. Él nunca olvida sus promesas y nunca cambia de opinión. Su pacto con nosotros es eterno y sus promesas son seguras.

En momentos de dificultad y desafío, podemos encontrar consuelo y esperanza en estas palabras. No importa cuán oscuro sea nuestro camino o cuán imposible parezca la situación, Dios está con nosotros y nunca nos abandonará. Él no solo recuerda su pacto, sino que también lo cumple fielmente.

A lo largo de la historia, vemos ejemplos de cómo Dios siempre ha cumplido sus promesas. Desde el pacto que hizo con Abraham para bendecir a todas las naciones a través de su descendencia, hasta el cumplimiento de la promesa de enviar a su Hijo Jesús como el Salvador del mundo, Dios ha demostrado una y otra vez su fidelidad.

Podemos confiar en que Dios cumplirá todas las promesas que nos ha hecho a nosotros personalmente. Ya sea una promesa de sanidad, provisión, protección o dirección, Dios no cambiará de opinión ni olvidará lo que ha dicho. Nuestra responsabilidad es confiar en él y esperar pacientemente en su tiempo perfecto.

A veces, puede parecer que Dios se ha olvidado de nosotros o que ha cambiado sus planes, pero debemos recordar que su sabiduría y su visión son mucho más grandes que las nuestras. Él tiene un propósito y un plan perfecto para cada uno de nosotros, y su fidelidad siempre prevalecerá.

Cuando enfrentamos pruebas y desafíos, podemos aferrarnos a la promesa de Salmos 89:34. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, Dios nunca nos abandonará. Él es nuestro refugio y fortaleza, nuestra roca segura en tiempos de tormenta.

En lugar de preocuparnos y temer, debemos poner nuestra confianza en Dios y creer en sus promesas. Él es el único que puede cambiar nuestras situaciones y traer la victoria a nuestras vidas. Nuestro papel es confiar y obedecer, sabiendo que Dios siempre cumple su palabra.

En conclusión, Salmos 89:34 nos recuerda que Dios es fiel y nunca cambiará su pacto con nosotros. Sus promesas son seguras y podemos confiar en que las cumplirá en su tiempo perfecto. Aunque enfrentemos desafíos y dificultades, podemos encontrar consuelo y esperanza en la fidelidad de Dios. No olvidemos nunca esta poderosa promesa y siempre confiemos en que Dios cumplirá su palabra en nuestras vidas.

Salmos 89:34 – «No olvidaré mi pacto, ni alteraré lo que ha salido de mis labios.»

Salmos 89:34 – «No olvidaré mi pacto, ni alteraré lo que ha salido de mis labios.»

Salmos 89:34 – «No olvidaré mi pacto, ni alteraré lo que ha salido de mis labios.»