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Promesa eterna: Salmo 145:9 revela la compasión divina


Salmo 145:9 – «Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras.»

Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles acerca de la grandiosa bondad y misericordia de nuestro amado Dios. En el Salmo 145:9, encontramos una declaración poderosa que nos revela el carácter de nuestro Señor. «Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras».

En este versículo, queda claro que nuestro Dios es bueno, no solo con algunos, sino con todos. No importa quiénes somos, de dónde venimos o qué hemos hecho, su bondad nos alcanza a todos. No hay límites en su amor y misericordia, y esto nos llena de esperanza y gratitud.

La bondad de Dios se manifiesta en cada detalle de nuestras vidas. Desde el amanecer hasta el anochecer, podemos ver su amor y cuidado en todo lo que nos rodea. Cada vez que respiramos, cada latido de nuestro corazón, cada bendición que recibimos, son testimonios de su bondad infinita. Él no se cansa de bendecirnos y proveernos, porque su misericordia es eterna.

Nuestras obras, por más insignificantes que puedan parecer, también son objeto de la misericordia de Dios. A veces, podemos sentirnos indignos o sin valor, pero debemos recordar que Dios nos ama incondicionalmente. Él ve en nosotros un potencial que quizás nosotros mismos no logramos reconocer. No importa cuántas veces hayamos fallado, su misericordia perdona, restaura y nos da una nueva oportunidad.

Cuando reflexiono sobre la bondad y misericordia de Dios, mi corazón se llena de gratitud y alabanza. No puedo dejar de maravillarme por su amor inmerecido hacia nosotros, pecadores. Él nos ama tanto que envió a su Hijo Jesús para morir en la cruz y así reconciliarnos con Él. ¡Qué regalo tan extraordinario!

En momentos de dificultades y pruebas, el Salmo 145:9 nos recuerda que no estamos solos. Dios está con nosotros, rodeándonos con su bondad y misericordia. Cuando sentimos que no tenemos fuerzas para seguir adelante, Él renueva nuestras fuerzas y nos sostiene en sus brazos amorosos. Nunca nos abandona, siempre está dispuesto a ayudarnos y guiarnos en nuestros caminos.

Cuando reconocemos la bondad y misericordia de Dios, nuestra respuesta natural es alabarle y adorarle. Él merece toda nuestra gratitud y reverencia. Su amor inagotable nos lleva a querer compartir su bondad con los demás, a ser instrumentos de su misericordia en un mundo necesitado.

Amados hermanos y hermanas, les animo a que mediten en el Salmo 145:9 y permitan que la verdad de estas palabras transforme sus vidas. Que nunca olvidemos que Dios es bueno para con todos y que sus misericordias están sobre todas sus obras. Que en cada circunstancia, podamos confiar en su bondad y descansar en su amor.

Cierro este artículo con un llamado a la acción. Recordemos el Salmo 145:9 en cada momento de nuestras vidas. Que sea una luz de esperanza en medio de la oscuridad, un recordatorio constante de que Dios es bueno para con todos y que su misericordia nunca falla. Alabemos a nuestro maravilloso Dios y compartamos su amor con aquellos que aún no lo conocen.

Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes.

Salmo 145:9 – «Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras.»