Conéctate Con Dios

Protección divina: Salmo 91, 23 y 121, el refugio seguro


Salmo 91, 23 y 121: La Protección y el Amor de Dios

Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo. Hoy quiero compartir con ustedes un mensaje de esperanza y fortaleza basado en los poderosos versículos del Salmo 91, 23 y 121. Estas palabras nos revelan la maravillosa protección y el amor incondicional que Dios tiene para cada uno de nosotros.

El Salmo 91 nos muestra cómo podemos encontrar refugio en el abrazo amoroso de nuestro Padre celestial. En medio de las adversidades y peligros de este mundo, podemos confiar en que Dios nos guardará bajo sus alas protectoras. Él nos asegura que no tenemos que temer, porque Él estará con nosotros en todo momento. En el versículo 4, leemos: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.» Esta imagen nos muestra la seguridad y la paz que encontramos al confiar en Dios.

En el versículo 9, el Salmo 91 nos promete que si hacemos de Dios nuestro refugio, ningún mal nos alcanzará ni plaga nos tocará. Esto no significa que nunca enfrentaremos dificultades, pero sí significa que Dios estará con nosotros en medio de ellas, dándonos la fuerza y la sabiduría para superarlas. Él nos protegerá y nos sostendrá en sus manos amorosas.

El Salmo 23 nos habla de la guía y el cuidado de Dios en nuestras vidas. Él es nuestro Pastor, y no nos faltará nada. En el versículo 2, leemos: «En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.» Esta imagen nos muestra cómo Dios nos provee con todo lo que necesitamos. Él nos da descanso cuando estamos agotados y nos refresca con su amor y cuidado.

En el versículo 3, el Salmo 23 nos asegura que Dios restaurará nuestras almas. Cuando nos enfrentamos a momentos difíciles y sentimos que nuestras fuerzas se agotan, Él nos renueva y nos da esperanza. No importa cuán oscuro sea el valle en el que nos encontremos, Dios está con nosotros y nos guiará hacia la luz.

El Salmo 121 nos habla de la protección constante de Dios. Él es nuestro guardador, el que vela por nosotros día y noche. En el versículo 3, leemos: «No dejará que tu pie resbale; nunca duerme el que te guarda.» Esta promesa nos asegura que Dios está siempre atento a nuestras necesidades y que nunca nos abandonará. Podemos confiar en que Él nos sostendrá y nos protegerá en todo momento.

Amados hermanos y hermanas, estas palabras poderosas del Salmo 91, 23 y 121 nos recuerdan que no estamos solos en este mundo. Tenemos a un Dios amoroso y fiel que nos cuida, nos protege y nos guía en cada paso que damos. Él es nuestra fortaleza en tiempos de dificultad y nuestra esperanza en medio de la oscuridad.

Que estos versículos sean un recordatorio constante de la presencia de Dios en nuestras vidas. Que nos inspiren a confiar en Él en todo momento y a buscar refugio bajo sus alas protectoras. Cuando enfrentemos desafíos, recordemos que Él está con nosotros, dándonos la fuerza y el coraje para superar cualquier obstáculo.

En conclusión, el Salmo 91, 23 y 121 nos hablan del amor y la protección inquebrantables de Dios. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentamos, podemos confiar en su cuidado constante. Que estas palabras nos llenen de esperanza y fortaleza, recordándonos que somos amados y protegidos por nuestro Padre celestial.

Salmo 91, 23 y 121: ¡Encuentra refugio en las alas de Dios!