Proverbios 22.29: «¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los de baja condición.» (Proverbios 22:29 RV)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Es un privilegio estar aquí hoy y poder compartir con ustedes una palabra de aliento y motivación basada en Proverbios 22.29. Esta sabia escritura nos enseña una importante lección sobre la excelencia en el trabajo y cómo podemos alcanzar posiciones de influencia y honor en nuestras vidas.
En nuestra sociedad actual, a menudo nos encontramos con personas que buscan el éxito y el reconocimiento, pero se olvidan de la importancia de trabajar diligentemente y con dedicación. Sin embargo, el versículo de hoy nos recuerda que aquellos que se esfuerzan en su labor, aquellos que son solícitos y responsables, serán exaltados y tendrán la oportunidad de estar en la presencia de reyes y personas de alto rango.
¿Qué significa ser solícito en nuestro trabajo? Ser solícito implica ser diligente, cuidadoso y responsable en cada tarea que realizamos. No importa cuál sea nuestro trabajo, ya sea que seamos agricultores, médicos, maestros, empresarios o amas de casa, debemos hacerlo con pasión y excelencia. Pablo nos exhorta en Colosenses 3:23: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres».
Nuestro trabajo no solo es una forma de sustento, sino también una oportunidad para glorificar a Dios y servir a los demás. Cuando nos esforzamos en ser solícitos en nuestra labor, estamos reflejando el carácter de nuestro Creador, quien es perfecto en todas sus obras. Además, nuestra actitud diligente nos diferencia de aquellos que solo buscan hacer lo mínimo necesario para pasar desapercibidos.
La palabra de Dios nos asegura que aquellos que son solícitos en su trabajo serán notados y recompensados. No importa si nuestros esfuerzos pasan desapercibidos ante los hombres, porque Dios nos ve y honra nuestras acciones. Incluso cuando enfrentamos desafíos y obstáculos en nuestro trabajo, debemos perseverar y confiar en que Dios abrirá puertas de oportunidad para nosotros.
Además, es importante recordar que la excelencia en el trabajo no se trata solo de buscar reconocimiento o recompensas terrenales. Nuestro verdadero propósito debe ser agradar a Dios y hacer su voluntad en todo lo que hacemos. Cuando trabajamos con diligencia y dedicación, estamos honrando a Dios y demostrando nuestro amor por Él y por aquellos a nuestro alrededor.
Queridos hermanos y hermanas, hoy los animo a ser solícitos en su trabajo. No importa cuál sea su profesión o posición, háganlo con pasión y excelencia. Recuerden que Dios ve sus esfuerzos y los recompensará en su tiempo perfecto. No se desanimen si no ven resultados inmediatos, confíen en que Dios tiene un plan y propósito para cada uno de ustedes.
Así que sigan adelante, no se conformen con la mediocridad, sino aspiren a la grandeza en todo lo que hagan. Sean solícitos en su trabajo y confíen en que Dios los llevará delante de reyes y personas de alto rango. Recuerden las palabras de Proverbios 22.29: «¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los de baja condición».
Que Dios los bendiga y los inspire a ser solícitos en todo lo que emprendan.
Amén.
Proverbios 22.29: «¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los de baja condición.» (Proverbios 22:29 RV)