Acuérdate De Tu Creador Versículo: Un Llamado a la Reflexión y la Inspiración
¡Amados hermanos y hermanas en Cristo, que la paz y el amor de nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes! Hoy nos reunimos aquí para adentrarnos en la Palabra de Dios y reflexionar sobre un versículo que nos llama a recordar a nuestro Creador. En medio de nuestras ocupaciones y distracciones diarias, a menudo olvidamos el propósito por el cual fuimos creados. Pero Dios, en su infinita misericordia, nos recuerda: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos y lleguen los años en que digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1).
Hermanos y hermanas, este verso nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con nuestro Creador. ¿Cuántas veces hemos dejado de lado nuestra comunión con Dios, poniendo nuestras ocupaciones y preocupaciones terrenales por encima de nuestra relación con Él? Es fácil olvidarse de nuestro propósito eterno cuando nos dejamos llevar por las distracciones del mundo. Pero Dios nos llama a recordar, a volver a Él, a buscar su rostro mientras aún somos jóvenes y llenos de vitalidad.
Nuestro Creador es un Dios amoroso y compasivo. Él desea tener una relación íntima con cada uno de nosotros. En el libro de Jeremías, encontramos estas hermosas palabras: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas, pero solo lo descubriremos cuando nos acordemos de Él y busquemos su voluntad en todo momento.
Hermanos y hermanas, no esperemos a que lleguen los días malos para buscar a nuestro Creador. No permitamos que el paso del tiempo nos robe la alegría y el contentamiento que solo se encuentran en una relación personal con Dios. Acordémonos de nuestro Creador mientras aún tenemos juventud y energía, mientras aún estamos llenos de sueños y anhelos por un futuro mejor.
Puede que algunos de ustedes se pregunten: “¿Cómo puedo acordarme de mi Creador en medio de una vida tan agitada y llena de responsabilidades?”. Mi amado, la respuesta se encuentra en la oración constante y en la lectura diaria de la Palabra de Dios. Jesús nos enseñó a orar en el libro de Mateo, diciendo: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6).
La oración es nuestra comunicación directa con nuestro Creador. Es a través de la oración que podemos acercarnos a Él, compartir nuestras preocupaciones y alegrías, y recibir su dirección y guía. Además, la lectura diaria de la Palabra de Dios nos nutre y fortalece espiritualmente. En el Salmo 119:105, encontramos estas palabras: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. La Palabra de Dios ilumina nuestro camino y nos muestra el camino hacia una vida plena y significativa.
Hermanos y hermanas, no subestimemos el poder de acordarnos de nuestro Creador en cada aspecto de nuestra vida. En el trabajo, en nuestras relaciones, en nuestras decisiones diarias, recordemos que somos hijos de Dios y que Él tiene un propósito divino para cada uno de nosotros. No permitamos que las distracciones y preocupaciones del mundo nos alejen de nuestra verdadera identidad y propósito en Cristo.
En conclusión, quiero recordarles una vez más el verso que nos ha inspirado en este mensaje: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos y lleguen los años en que digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1). Hermanos y hermanas, que este versículo sea un recordatorio constante en nuestras vidas, una llamada a la reflexión y la inspiración para buscar a nuestro Creador en todo momento. Que Dios nos bendiga y nos guíe en nuestra búsqueda de una relación más profunda con Él. ¡Amén!
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