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Refugio divino: El que habita bajo el abrigo del Altísimo


El Que Habita Bajo El Abrigo Del Altísimo

Como cristianos, a menudo buscamos la protección y seguridad que solo Dios puede brindarnos. Nos aferramos a Su palabra y buscamos refugio en Su presencia. Es en momentos de dificultad y tribulación que reconocemos la necesidad de buscar el abrigo del Altísimo.

El Salmo 91:1 nos dice: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Estas palabras nos recuerdan que, cuando nos aferramos a Dios y confiamos en Él, podemos encontrar refugio y protección de todo peligro y adversidad.

Pero, ¿qué significa habitar bajo el abrigo del Altísimo? Significa establecer una relación íntima y constante con Dios. Es buscar Su presencia y confiar plenamente en Su cuidado. Es reconocer que, sin importar las circunstancias que nos rodeen, podemos descansar en Su amor y fidelidad.

Cuando hablamos de habitar bajo el abrigo del Altísimo, también estamos hablando de vivir en obediencia a Su palabra. En el Salmo 91:2, el salmista declara: “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré”. Confiamos en Dios al seguir Sus mandamientos y vivir de acuerdo a Su voluntad. Es en esta obediencia que encontramos seguridad y protección en Él.

El salmista continúa diciendo en el versículo 4: “Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad”. Aquí vemos una imagen hermosa de cómo Dios nos protege como una madre protege a sus polluelos bajo sus alas. Su amor y fidelidad son nuestro escudo y defensa.

Cuando enfrentamos pruebas y dificultades, es importante recordar que Dios está con nosotros. Él es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en momentos de angustia. En el Salmo 91:15, Dios mismo nos promete: “Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré”. Podemos confiar en que Él siempre está a nuestro lado, dispuesto a extendernos Su mano y librarnos de todo mal.

Habitar bajo el abrigo del Altísimo también implica confiar en Su plan perfecto para nuestras vidas. A veces, no entendemos por qué pasamos por situaciones difíciles, pero debemos recordar que Dios tiene un propósito y un plan más grande de lo que podemos comprender. En Jeremías 29:11, Dios nos dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Podemos confiar en que, en medio de nuestras pruebas, Dios está trabajando para nuestro bien y para Su gloria.

En resumen, habitar bajo el abrigo del Altísimo es buscar refugio y seguridad en Dios. Es establecer una relación íntima con Él, vivir en obediencia a Su palabra y confiar en Su amor y fidelidad. Es reconocer que Él es nuestro protector y defensor, y que siempre está a nuestro lado en todo momento.

Entonces, ¿por qué no te acercas a Dios hoy mismo y buscas Su abrigo? Permítele ser tu refugio en tiempos de prueba y tribulación. Confía en Su plan perfecto para tu vida y descansa en Su amor y fidelidad. Recuerda, “El Que Habita Bajo El Abrigo Del Altísimo” encontrará paz, seguridad y protección en medio de cualquier tormenta.

El Que Habita Bajo El Abrigo Del Altísimo.