Salmos 7:9 – «¡Véase la maldad de los malvados, pero sea engrandecido el justo! ¡Dios justo, que escudriñas los corazones y los riñones, vea yo la venganza de tu diestra sobre ellos!»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que encontramos en el libro de los Salmos, específicamente en el salmo 7:9. Este versículo nos habla de la justicia divina y de cómo Dios es capaz de discernir la maldad de los malvados y exaltar al justo.
Vivimos en un mundo donde a menudo vemos injusticias y maldad a nuestro alrededor. Es fácil sentirse desalentado y preguntarse por qué los malvados parecen prosperar mientras los justos sufren. Sin embargo, el salmista nos recuerda que Dios es quien escudriña los corazones y los riñones, y es Él quien trae la venganza sobre aquellos que obran mal.
Nuestro Dios es un Dios justo y no permite que la maldad triunfe a largo plazo. Aunque a veces puede parecer que los malvados están ganando, debemos recordar que Dios tiene el control absoluto y que su justicia prevalecerá. Él conoce cada pensamiento y cada intención del corazón humano y no permitirá que los malvados escapen de su juicio.
En momentos de adversidad y sufrimiento, es fácil perder la esperanza y cuestionar la bondad de Dios. Pero el salmo 7:9 nos invita a confiar en que Dios es fiel y justo. Él está obrando detrás de escenas, incluso cuando no podemos verlo, para traer justicia y vindicación a los justos.
Como seguidores de Cristo, debemos encontrar consuelo en el hecho de que Dios está de nuestro lado. Él nos ama profundamente y está dispuesto a pelear nuestras batallas por nosotros. Podemos confiar en que Él nos defenderá y que su justicia prevalecerá.
Además, el salmo 7:9 nos desafía a examinar nuestros propios corazones. Dios escudriña nuestros corazones y conoce nuestras intenciones más íntimas. Debemos buscar vivir vidas justas y rectas, confiando en que nuestra fidelidad a Dios será recompensada.
En este mundo lleno de injusticia y maldad, es fácil desanimarse y perder la fe. Pero el salmo 7:9 nos recuerda que Dios es el juez supremo y que su justicia prevalecerá. No debemos desmayar ni perder la esperanza, sino confiar en que Dios está obrando en nuestra vida y en el mundo entero.
Queridos hermanos y hermanas, cuando enfrentemos dificultades y desafíos, recordemos el salmo 7:9 y confiemos en que Dios nos defenderá. No importa cuán oscuro parezca el panorama, Él es nuestra luz y nuestra fortaleza. Pongamos nuestra confianza en Él y Él nos guiará por los caminos de justicia.
En conclusión, el salmo 7:9 nos recuerda que Dios es un Dios justo y escudriña los corazones y los riñones. No debemos perder la esperanza ni desanimarnos ante la maldad que vemos a nuestro alrededor, sino confiar en que Dios traerá justicia y vindicación. Como creyentes, debemos vivir vidas justas y rectas, confiando en que nuestra fidelidad será recompensada. Recordemos siempre que Dios es nuestro defensor y que su justicia prevalecerá.
Que este salmo sea un recordatorio constante en nuestras vidas y que nuestra confianza en Dios se fortalezca cada día. Que podamos encontrar consuelo y esperanza en su justicia, sabiendo que Él está obrando en nuestras vidas y en el mundo entero. Amén.
Salmos 7:9 – «¡Véase la maldad de los malvados, pero sea engrandecido el justo! ¡Dios justo, que escudriñas los corazones y los riñones, vea yo la venganza de tu diestra sobre ellos!»
Salmos 7:9 – «¡Véase la maldad de los malvados, pero sea engrandecido el justo! ¡Dios justo, que escudriñas los corazones y los riñones, vea yo la venganza de tu diestra sobre ellos!»
Salmos 7:9 – «¡Véase la maldad de los malvados, pero sea engrandecido el justo! ¡Dios justo, que escudriñas los corazones y los riñones, vea yo la venganza de tu diestra sobre ellos!»