Conéctate Con Dios

Refugio en la Oscuridad: Salmos 142 revela la esperanza en tiempos difíciles


Salmos 142: «Con mi voz clamé a Jehová; con mi voz supliqué a Jehová. Delante de él expuse mi aflicción; delante de él manifesté mi angustia» (Reina Valera).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una porción de las Escrituras que ha sido una fuente de consuelo y fortaleza para mí en tiempos de angustia. El Salmo 142 es un llamado a buscar a Dios en medio de nuestras dificultades, confiando en que Él escucha nuestras oraciones y nos brinda su ayuda.

En la vida, todos enfrentamos momentos de aflicción y angustia. Ya sea que nos encontremos en una situación de salud delicada, luchando con problemas familiares, enfrentando dificultades económicas o simplemente sintiéndonos abrumados por el peso de nuestras responsabilidades, es fácil sentirnos desesperados y sin esperanza.

Sin embargo, el Salmo 142 nos recuerda que tenemos un refugio seguro en Dios. El salmista clama a Jehová con su voz, suplicando por su ayuda y exponiendo su aflicción delante de Él. Esta es una invitación para que nosotros también nos acerquemos a Dios con sinceridad y humildad, compartiendo nuestras preocupaciones y miedos con Él.

Cuando enfrentamos tiempos difíciles, a menudo tendemos a buscar soluciones en nuestro propio entendimiento o confiar en el apoyo de otros. Pero el Salmo 142 nos enseña que nuestra primera y más importante acción debe ser buscar a Dios. Él es nuestro refugio y fortaleza, nuestro consuelo en tiempos de angustia.

En nuestra oración, debemos ser honestos y transparentes con Dios. No hay necesidad de ocultar nuestras preocupaciones o actuar como si todo estuviera bien cuando en realidad estamos luchando. Dios conoce nuestro corazón y nuestras circunstancias, pero Él desea que le compartamos nuestras cargas y confiemos en Su poder para ayudarnos.

Cuando nos acercamos a Dios con sinceridad, Él nos escucha. El Salmo 142:6 dice: «Está atento a mi clamor, porque estoy muy afligido». Dios está atento a nuestras oraciones, incluso cuando pareciera que nadie más está escuchando. Él se preocupa por nosotros y está dispuesto a intervenir en nuestras vidas si confiamos en Él y le buscamos con todo nuestro corazón.

Incluso en medio de la angustia, podemos encontrar consuelo en la certeza de que Dios es nuestro ayudador y protector. El Salmo 142:5 declara: «A ti clamé, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes». Cuando depositamos nuestra confianza en Dios, podemos estar seguros de que Él nos guiará y nos sostendrá en cada paso del camino.

Hermanos y hermanas, no importa cuán difícil sea la situación que enfrentemos en este momento, les animo a que busquemos a Dios con todo nuestro ser. Él es nuestro refugio en tiempos de tormenta, nuestro consuelo en tiempos de tristeza y nuestra fortaleza en momentos de debilidad. Nuestras oraciones no son en vano, y Dios está dispuesto a responderlas según Su perfecta voluntad.

Así que, en medio de la aflicción y la angustia, clame a Jehová con su voz. Exponga su corazón delante de Él y confíe en Su poder para obrar en su vida. Recuerde que Él es su esperanza y porción en esta tierra. ¡No se desanime ni se rinda, porque Dios está escuchando y Él está dispuesto a ayudarle!

En conclusión, el Salmo 142 nos recuerda la importancia de buscar a Dios en medio de nuestras dificultades. No importa cuán abrumados nos sintamos, podemos estar seguros de que Dios nos escucha y nos brinda su ayuda. Clamemos a Jehová con nuestra voz, expongamos nuestras aflicciones delante de Él y confiemos en Su poder para obrar en nuestras vidas. Él es nuestra esperanza y porción en esta tierra, y en Él encontraremos consuelo y fortaleza. ¡A Dios sea la gloria!

Salmos 142: «Con mi voz clamé a Jehová; con mi voz supliqué a Jehová. Delante de él expuse mi aflicción; delante de él manifesté mi angustia» (Reina Valera).