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Refugio en la sombra del Altísimo: El que habita bajo su protección


El Que Habita A La Sombra Del Altísimo

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero hablarles sobre la maravillosa promesa que encontramos en la Palabra de Dios, en el Salmo 91:1, que nos dice: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente». Este versículo encierra una verdad profunda y poderosa que debemos entender y aplicar en nuestras vidas diarias.

El Salmo 91 es un salmo de protección y seguridad que nos recuerda la fidelidad y el cuidado de nuestro amado Padre Celestial. Nos muestra cómo, al confiar en Él y buscar refugio en Su presencia, podemos experimentar Su amor, Su protección y Su provisión en todo momento.

Cuando hablamos de «habitar» en la sombra del Altísimo, no nos referimos a un lugar físico, sino a una actitud y una postura del corazón. Es un llamado a buscar a Dios y a depender completamente de Él en todas las áreas de nuestra vida. Es reconocer que solo en Su presencia encontramos verdadera seguridad y paz.

El salmista nos describe la sombra del Altísimo como un lugar de refugio, donde encontramos consuelo y protección en medio de las tormentas y dificultades de la vida. En este lugar, no hay temor ni desesperanza, porque sabemos que Dios está con nosotros y que Su poder es más grande que cualquier problema que enfrentemos.

Al habitar en la sombra del Altísimo, nos acercamos a Dios en oración y meditación en Su Palabra. Buscamos Su dirección y Su voluntad en todo lo que hacemos. Confiamos en Sus promesas y en Su carácter fiel. Es en este lugar donde encontramos fortaleza para enfrentar los desafíos, consuelo en medio del dolor y sabiduría para tomar decisiones sabias.

Queridos hermanos y hermanas, vivir bajo la sombra del Altísimo no significa que no enfrentaremos pruebas o dificultades. Jesús mismo nos advirtió que en este mundo tendríamos aflicción, pero nos animó diciendo: «Pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). Al habitar en la sombra del Altísimo, encontramos el consuelo y la fortaleza necesarios para perseverar y vencer en medio de cualquier situación.

En la sombra del Altísimo, encontramos sanidad para nuestras heridas emocionales y espirituales. Encontramos restauración para nuestras relaciones y esperanza para nuestro futuro. Dios es el único que puede transformar nuestras vidas y hacernos nuevas criaturas en Cristo Jesús.

Amados, El Que Habita A La Sombra Del Altísimo tiene la promesa de que Dios estará con él en todo momento. En el Salmo 91:15, Dios mismo dice: «Clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré». Nuestro amado Padre Celestial nunca nos deja ni nos abandona. Él está siempre dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a proveer todas nuestras necesidades.

En conclusión, hermanos y hermanas, les animo a que busquen habitar en la sombra del Altísimo. No importa cuáles sean las circunstancias que enfrentemos, tenemos la promesa de que Dios estará con nosotros y nos cuidará. Confíen en Su amor y en Su poder. Busquen Su presencia y vivan en la seguridad de Su sombra.

Recordemos siempre las palabras del Salmo 91:1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente». Que estas palabras se graben en nuestros corazones y nos inspiren a buscar a Dios con todo nuestro ser. Que Su sombra nos cubra y nos guíe en cada paso que demos.

Que Dios les bendiga y les guarde, amados hermanos y hermanas. El Que Habita A La Sombra Del Altísimo encontrará paz, protección y amor en el abrazo de nuestro amado Padre Celestial.