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Refugio en lo Altísimo: Tú que habitas bajo su amparo


Tu Que Habitas Al Amparo Del Altísimo

¡Bendiciones y paz a todos los que habitan al amparo del Altísimo! Hoy me dirijo a ustedes con un mensaje de esperanza, fortaleza y aliento en medio de cualquier circunstancia que estén enfrentando. En la presencia de Dios, encontramos refugio, protección y consuelo.

La vida está llena de altibajos, desafíos y pruebas. En ocasiones, nos enfrentamos a situaciones que parecen abrumadoras y nos sentimos indefensos. Sin embargo, quiero recordarte que no estás solo. Si has decidido habitar al amparo del Altísimo, Él está contigo en cada paso del camino.

El Salmo 91, un hermoso pasaje de las Escrituras, nos habla precisamente sobre habitar al amparo del Altísimo. Permíteme compartir contigo algunas de las promesas y verdades que encontramos en este salmo.

Primero, el salmista nos dice: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente» (Salmo 91:1). Esta es una declaración poderosa. Cuando decidimos confiar en Dios y buscar Su refugio, Él nos cubre con Su sombra protectora. Su presencia nos rodea y nos resguarda de cualquier peligro.

En medio de la incertidumbre y el temor, podemos encontrar paz y seguridad en el Altísimo. Él es nuestro refugio seguro, nuestra fortaleza inquebrantable. No importa cuán desalentadoras sean las circunstancias, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos sostendrá en Sus brazos amorosos.

El salmista continúa diciendo: «No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya» (Salmo 91:5-6). Aquellos que habitan bajo la protección del Altísimo no tienen que temer a ninguna adversidad. Dios es nuestra defensa y nuestro escudo.

No importa qué tormenta estés enfrentando en tu vida en este momento, recuerda que tienes un refugio seguro en Dios. Él es tu guardián y te sostendrá en medio de cualquier dificultad. No importa cuán feroz sea la batalla, Él peleará por ti y te dará la victoria.

Además, el salmista nos asegura: «No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos» (Salmo 91:10-11). Cuando habitamos bajo la sombra del Altísimo, podemos confiar en que Él nos protegerá de todo mal y peligro.

Dios enviará a Sus ángeles para que nos guarden y nos protejan en todas nuestras sendas. No importa qué dificultades enfrentes, Dios tiene el control y está trabajando a tu favor. Confía en que Él tiene un plan perfecto para tu vida y que te guiará hacia la victoria.

Hermanos y hermanas, no importa cuán desafiante sea la situación que estés atravesando, recuerda que tienes un refugio seguro en Dios. Tu fe y confianza en Él te llevarán a experimentar Su paz que sobrepasa todo entendimiento. No te desanimes, pues el Señor está contigo.

Hoy te animo a que renueves tu compromiso de habitar al amparo del Altísimo. Pon tu confianza en Él y deja que Su amor y misericordia te rodeen. Descansa en Su presencia y permite que Él te fortalezca en medio de cualquier tormenta.

En conclusión, hermanos y hermanas, te exhorto a que te aferres a la promesa de Dios de habitar al amparo del Altísimo. En Su presencia encontrarás descanso, seguridad y paz. No importa cuán desafiante sea la situación que estés enfrentando, Dios está contigo y te sostendrá.

Que cada día puedas recordar estas palabras: «Tu que habitas al amparo del Altísimo». Que esta declaración sea un recordatorio constante de la protección y el amor que Dios tiene para ti. No importa qué pruebas o dificultades enfrentes, Él está contigo y te llevará a través de ellas.

Que la paz y la bendición del Altísimo te cubran hoy y siempre. ¡Confía en Él y verás Su fidelidad manifestada en tu vida!

Tu Que Habitas Al Amparo Del Altísimo.