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¡Regocijaos con el Salmo 118! Un canto de alabanza y gratitud


Salmos 118: ¡Demos gracias al Señor porque él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para siempre!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un pasaje maravilloso de la Biblia que nos llena de gozo y gratitud. En el libro de los Salmos, encontramos el Salmo 118, un himno de alabanza y adoración al Señor. Este salmo nos recuerda la bondad de Dios y su amor eterno hacia nosotros.

En nuestra vida cotidiana, a menudo enfrentamos desafíos y dificultades que pueden abrumarnos. Podemos sentirnos solos, desesperados o sin esperanza. Pero en medio de todas estas circunstancias, el Salmo 118 nos invita a cambiar nuestra perspectiva y enfocarnos en la grandeza de nuestro Dios.

El salmista comienza diciendo: «¡Demos gracias al Señor porque él es bueno!» (Salmos 118:1a). Esta es una invitación a reconocer y agradecer la bondad de Dios en nuestras vidas. A veces, nos olvidamos de todas las bendiciones que hemos recibido y nos centramos en lo que nos falta. Pero cuando recordamos la bondad de Dios, nuestro corazón se llena de gratitud y alabanza.

El Salmo 118 continúa diciendo: «Su fiel amor perdura para siempre» (Salmos 118:1b). El amor de Dios es inagotable, no tiene límites ni fronteras. Aunque podamos fallar o cometer errores, su amor nunca cambia. Su fidelidad permanece constante a lo largo de todas las generaciones. Podemos confiar en su amor eterno y descansar en su fidelidad.

En el versículo 6, el salmista declara: «El Señor está conmigo; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?» Estas palabras nos recuerdan que Dios está de nuestro lado y que no debemos temer. Muchas veces, nos enfrentamos a situaciones que nos asustan o nos hacen sentir impotentes. Pero cuando confiamos en el Señor y en su poder, no hay nada que pueda derrotarnos.

El Salmo 118 también nos habla de la salvación que Dios nos ha otorgado. En el versículo 14, el salmista proclama: «El Señor es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación». Nuestro Dios es poderoso y nos rescata de la esclavitud del pecado y la muerte. Él nos da fuerzas para enfrentar las pruebas y nos brinda gozo en medio de las dificultades.

Queridos hermanos y hermanas, en este día quiero animarlos a meditar en el Salmo 118. Permítanme recordarles una vez más: «¡Demos gracias al Señor porque él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para siempre!» (Salmos 118:1). No importa cuál sea la situación en la que te encuentres hoy, Dios está contigo. Su amor y fidelidad te acompañan en cada paso del camino.

Cuando enfrentes dificultades, recuerda que el Señor está contigo y no debes temer. Pon tu confianza en él y deja que su poder te fortalezca. Alaba al Señor por su bondad y da gracias por su amor eterno. Aunque las circunstancias cambien, su amor y fidelidad permanecen inalterables.

Que este salmo sea una fuente de inspiración y aliento para cada uno de nosotros. Que nos recuerde la importancia de dar gracias a Dios en todo momento y confiar en su amor incondicional. Que podamos declarar con gozo y convicción: «¡Demos gracias al Señor porque él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para siempre!» (Salmos 118:1).

Que la paz y el amor del Señor estén siempre con ustedes. Amén.

Salmos 118: ¡Demos gracias al Señor porque él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para siempre!