Cita Bíblica: Sus misericordias son nuevas cada mañana.
¡Buenos días, queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una verdad maravillosa que encontramos en la Palabra de Dios. En Lamentaciones 3:22-23, leemos: «Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad».
Estas palabras nos recuerdan la fidelidad y el amor inagotable de nuestro Dios. Cada nuevo amanecer es una oportunidad para experimentar Su misericordia renovada. A veces, en medio de nuestras luchas y dificultades, podemos sentirnos abrumados y desanimados. Sin embargo, la promesa de Dios es clara: Sus misericordias son nuevas cada mañana.
Es interesante notar que el autor de las Lamentaciones, el profeta Jeremías, escribió estas palabras en un momento de gran aflicción y dolor. El pueblo de Israel había sido llevado cautivo a Babilonia, su ciudad había sido destruida y su templo arrasado. Parecía que no había esperanza ni futuro para ellos. Sin embargo, en medio de la desolación, Jeremías encontró consuelo en la fidelidad de Dios.
La realidad es que todos enfrentamos diferentes pruebas en nuestras vidas. Podemos enfrentar problemas financieros, enfermedades, relaciones rotas o desafíos emocionales. Sin embargo, en medio de todas estas circunstancias, podemos aferrarnos a la promesa de Dios: Sus misericordias son nuevas cada mañana.
¿Qué significa esto para nosotros? Significa que no importa cuán oscuro sea nuestro pasado, cuántas veces hayamos fallado o cuántas veces nos hayamos alejado de Dios, Su misericordia nunca se agota. Cada día, Él nos brinda una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, para arrepentirnos y recibir Su perdón.
Cuando nos enfrentamos a nuestras propias debilidades y pecados, a menudo podemos sentirnos indignos del amor y la gracia de Dios. Pero debemos recordar que Su misericordia es un regalo gratuito, no algo que podamos ganar o merecer. Es por Su gracia que somos salvos, no por nuestras propias obras (Efesios 2:8-9).
La promesa de que Sus misericordias son nuevas cada mañana también nos desafía a vivir en gratitud y alabanza. Cada nuevo día es un recordatorio de la fidelidad de Dios y de Su amor incondicional hacia nosotros. No importa cuán difícil sea nuestra situación, podemos confiar en que Él está obrando en medio de nuestras circunstancias para nuestro bien (Romanos 8:28).
Entonces, ¿cómo podemos aplicar esta verdad en nuestras vidas diarias? Primero, debemos comenzar cada día con una actitud de gratitud y alabanza. Al levantarnos por la mañana, podemos tomar un momento para agradecer a Dios por Su misericordia renovada y por el don de un nuevo día.
Además, debemos recordar que la misericordia que recibimos de Dios no debe quedarse solo en nosotros. Debemos ser canales de Su misericordia hacia los demás. A través de nuestras palabras y acciones, podemos mostrar el amor y la compasión de Cristo a aquellos que nos rodean.
Finalmente, cuando enfrentemos dificultades y desafíos, debemos aferrarnos a la promesa de Dios y recordar que Sus misericordias son nuevas cada mañana. No importa cuán oscuro sea el camino, Él está con nosotros y nos guiará a través de cada situación.
Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a recordar la promesa de Dios en Lamentaciones 3:22-23: «Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad». En medio de nuestras pruebas y tribulaciones, podemos confiar en que el Señor nos sostendrá con Su amor inagotable.
Que esta verdad nos llene de esperanza y confianza en el Dios que nunca cambia. Que cada nuevo amanecer sea una oportunidad para experimentar y compartir Su misericordia con aquellos que nos rodean.
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