Salmo 1.1: «Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado».
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero dirigirme a todos ustedes con el deseo de compartir una poderosa enseñanza que encontramos en el Salmo 1.1. Este versículo nos muestra claramente cómo podemos encontrar la felicidad y la bendición en nuestra vida diaria.
El Salmo 1 es uno de los salmos más conocidos y amados de toda la Biblia. En él, el salmista nos presenta un contraste entre el justo y el impío, entre aquellos que siguen los caminos de Dios y aquellos que se apartan de Su voluntad.
El versículo que nos ocupa hoy nos habla de la bienaventuranza del hombre que no sigue los consejos de los malvados, ni se une a los pecadores, ni se sienta en la compañía de los escarnecedores. Este versículo nos enseña la importancia de cuidar nuestras amistades y de elegir sabiamente con quién nos rodeamos.
En nuestra vida cotidiana, es fácil dejarnos influenciar por las malas compañías y los consejos equivocados. A veces, la presión social o las tentaciones del mundo nos llevan a alejarnos de los caminos de Dios. Sin embargo, el Salmo 1.1 nos exhorta a no ceder ante esas influencias negativas y a mantenernos firmes en nuestra fe.
El salmista nos muestra que la verdadera felicidad y bendición provienen de seguir el camino de Dios y rodearnos de personas que comparten nuestra fe y nuestros valores. Al mantenernos alejados de aquellos que nos llevan por malos caminos, podemos preservar nuestra integridad y vivir una vida que honra a nuestro Señor.
El Salmo 1.1 también nos recuerda la importancia de nuestra postura frente a aquellos que se burlan de nuestra fe. A veces, podemos sentirnos tentados a comprometer nuestros principios para encajar o evitar el rechazo. Sin embargo, el salmista nos insta a mantenernos firmes y no sentarnos en la silla de los escarnecedores.
En lugar de dejarnos influenciar por aquellos que se burlan de nuestra fe, debemos ser luz en medio de la oscuridad. Debemos demostrar con nuestras acciones y palabras que seguimos a Cristo, incluso cuando enfrentamos oposición. Al hacerlo, podemos ser una influencia positiva en el mundo y mostrar el amor y la verdad de Dios a aquellos que nos rodean.
Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a reflexionar sobre el Salmo 1.1 y aplicarlo en nuestras vidas. Busquemos la bienaventuranza al alejarnos de los malos consejos, al no seguir los caminos de los pecadores y al no sentarnos en la silla de los escarnecedores. En su lugar, busquemos la compañía de aquellos que nos animan en nuestra fe y nos ayudan a crecer espiritualmente.
Recordemos que la verdadera felicidad y bendición provienen de seguir los caminos de Dios y mantenernos firmes en nuestra fe, incluso cuando enfrentamos desafíos. Sigamos el ejemplo del salmista y busquemos siempre la voluntad de Dios en todo lo que hacemos.
Que el Salmo 1.1 sea una guía para nuestras vidas y nos inspire a buscar la bendición y la felicidad en el camino de Dios. Permanezcamos firmes en nuestra fe y confiemos en que Dios nos guiará y nos bendecirá abundantemente.
«Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos» (Salmo 1.1, Reina Valera).
Que Dios les bendiga abundantemente,
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